El Corolla se encuentra ya en su onceava generación desde que debutó en 1966 y es sin duda una de las piedras angulares sobre la que Toyota ha construido su gran reputación. Este éxito en ventas alcanzó en julio de este año la exorbitante cifra de 40 millones de unidades vendidas, convirtiéndose en el modelo más exitoso de la industria.
Desde el punto de vista de diseño, esta nueva generación además representa la encarnación más propositiva que hemos visto en mucho tiempo. Adicionalmente, Toyota ha equipado al nuevo Corolla con aditamentos tecnológicos de última generación con una interfaz muy similar a la de las tablets.
Técnica y mecánica
Bajo los nuevos exterior e interior es donde encontramos menos novedades, el motor de cuatro cilindros con 1.8 litros de desplazamiento permanece, la potencia es de 132 CV, pero ahora con inyección directa, sin embargo, sorprende que no haya ganancia en caballaje. La transmisión tampoco presenta cambios y se mantiene la veterana automática de cuatro cambios y hay una nueva CVT por el momento solo disponible en EE.UU..
La geometría de suspensión es McPherson adelante y de eje semi-rígido atrás, mientras que la dirección es de asistencia eléctrica.
Por lo que hace al equipamiento de seguridad, al menos en México, el nuevo Corolla ofrece: 6 airbags, ABS, VSC (control de estabilidad), TRAC (control de tracción), EBD (distribución electrónica de frenado), cámara de visión trasera y anclajes ISOFIX.
Confort
En el interior, encontramos un vehículo que nada tiene que ver con sus predecesores, se mantiene la excelente calidad de armado, sin embargo ahora luce moderno y atractivo.
Justo en el centro del tablero se ubica un display touch screen de 6.1 pulgadas que integra numerosas funciones como el navegador, equipo de con entrada USB y otras funciones que van englobadas bajo el concepto que popularizaron los smartphones y tablets, es decir apps. De hecho la navegación a través de los menús que ofrece este nuevo Corolla es muy similar a los dispositivos antes mencionados.
El volante es multifunción y cuenta con mandos de audio y para controlar los comandos de voz a través del menú que ofrece la pequeña pantalla LCD ubicada en el cluster de instrumentos.
Un detalle absolutamente inexplicable es la presencia de ese relojito ubicado en la parte superior del centro del tablero que luce como de la época ochentera en que los relojes con calculadora se pusieron de moda.
Dinámica
Tras el volante el nuevo Corolla se muestra como un auto que, si lo quisiéramos definir en una sola palabra sería comodidad. La posición de manejo es elevada y los asientos ofrecen buen soporte, la suspensión tiene un ajuste suave y filtra bien las imperfecciones del asfalto. Se siente sólido y bien construido, aunque el manejo es un aspecto en donde Toyota no ha logrado dotar a su nuevo sedán del mismo espíritu que muestran el nuevo exterior e interior.
El nuevo Corolla cuenta con un tren motor que se ha quedado viejo, aunque el 1.8L es confiable y eficiente, la transmisión automática de cuatro velocidades penaliza mucho los buenos rendimientos que pudiera entregar la planta de poder. Este es un punto importante, no queda un solo competidor frontal de este modelo que todavía utilice una caja así, en todos los casos observamos cajas de seis cambios CVT, o de doble embrague.
Sobra decir que la respuesta y recuperaciones no son su fuerte y aunque la primera y segunda relación son cortas para moverse con soltura en condiciones de manejo citadino, la verdad es que en varias ocasiones la sensación fue que rodábamos a un régimen superior del necesario.
Las llantas de 16 pulgadas son una decisión inteligente. Aquí el perfil no es bajo, por lo tanto es un auto que no sufrirá de gomas con chichones o daños en la suspensión provocados por los cráteres que se forman en las calles.
Conclusiones
Es un hecho innegable que este es el Corolla más atractivo que ha rodado en años, el exterior presenta una propuesta interesante e incluso deja la sobriedad para otros exponentes del segmento como el Volkswagen Vento. En el interior sucede lo mismo, si bien no resulta demasiado moderno como podría ser el Ford Focus, ofrece un habitáculo que luce actual y además cuenta con lo último en cuanto a conectividad.
Mecánicamente, como ya establecimos, queda atrasado respecto de su competencia y nos habría gustado mucho probar la variante CVT.