Al igual que en la F1 2014, las carreras de resistencia han dando un fuerte viraje hacia las mecánicas híbridas.
Entre los contendientes tenemos al nuevo Toyota TS040 Hybrid, que recurrirá a un V8 y dos motores eléctricos. El reparto mecánico coloca al motor de combustión y a uno eléctrico en el tren posterior, mientras que el restante va en el tren delantero, actuando también como generador en las fases de frenado. Así se logra un sistema de tracción en las cuatro ruedas.
El nuevo Audi R18 e-tron quattro, utiliza un V6 TDi sobre el eje posterior y un motor-generador eléctrico sobre el delantero. Además, los turbos están unidos a motores eléctricos para generar mayor potencia, eliminando el famoso turbolag o demora en la entrada de acción de los compresores.
Finalmente, Porsche decidió ser más radical con el 919 que monta un 2.0L V4 turbo posterior asociado a dos motores eléctricos, uno en cada eje. Esta configuración le permite unir un KERS con ERS, aplicados al tren delantero y al trasero respectivamente. La otra novedad es que le turbo no recurrirá a empuje eléctrico, sino que será de geometría variable, algo extraño para un motor naftero, pero donde Porsche tiene experiencia ya que fue pionera aplicándola en el 911 Turbo.
Tampoco debemos olvidarnos del nuevo Nissan ZEOD RC con un 1.5L turbo de tres cilindros que desarrolla 400 CV y capacidad para poder realizar 1 de cada 10 vueltas al circuito solo con electricidad.
¿Quién se llevará la corona este año en las 24 Horas más famosas del automovilismo mundial? Para hacernos una idea tendremos que esperar a la sesión oficial de pruebas del WEC los días 28 y 29 de marzo, cuando los tres bólidos rodarán en pista por primera vez.