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Prueba VW The Beetle

Sigue siendo carismático, pero ahora tiene un carácter más deportivo.

Prueba VW The Beetle

No hace falta decir mucho del Escarabajo, prácticamente todo el mundo lo conoce y casi todos deseamos tener uno alguna vez. Volkswagen entendió esto muy bien y en 1998 lanzó el New Beetle, una reinterpretación moderna del modelo original. El modelo fue muy codiciado, inicialmente por todos, pero luego especialmente por la audiencia femenina, por eso la marca volvió al ataque con este nuevo “Escarabajo” más masculino y deportivo y lo llamó The Beetle (El Escarabajo) ¿Logrará capturar la atención de la audiencia masculina? ¿Seguirá siendo atractivo para ellas?

Mecánica y seguridad

El The Beetle toma la base del nuevo VW Golf, esto quiere decir que es más largo y ancho, pero más bajo que el New Beetle. La mejor noticia es que ahora tiene suspensiones multibrazo atrás, lo que habla de mejor confort y desempeño dinámico.

Mecánicamente se ofrece con dos motores TFSi (inyección directa y turbo), un 1.4L de 160 CV y 240 Nm entre 1.500 y 4.500 rpm, y un 2.0L de 211 CV y 280 Nm entre 1.700 y 5.000 giros. Ambos se pueden asociar a transmisiones manuales de 6 cambios o automáticas doble embrague de 7 velocidades. Nosotros nos subimos a la versión de entrada, 1.4L manual.

Respecto de la seguridad, además de la moderna estructura con las zonas de absorción y celda de supervivencia pertinentes, ofrece 6 airbags en todas las versiones y cuatro discos de frenos con los asistentes pertinentes, desde el ABS hasta el Control de Estabilidad (ESP).

Diseño e interior

Aquí es donde el Volkswagen The Beetle se diferencia de su antecesor. Además de ser más ancho y largo, el techo plano lo hace más bajo dando proporciones más deportivas. Esto es recalcado por un capot más plano, guardabarros musculosos, luces traseras horizontales y un alerón trasero que en conjunto le dan un leve toque de su lejano pariente, el 911.

El resultado lo pudimos ver durante la sesión de fotos cuando más de una chica desconocida nos indicó expresamente que le gustaba el auto, y los hombres lo miraron con admiración, pero sin “lujuria”.

Puertas adentro, el estilo retro sigue con un tablero de diseño horizontal resaltado por las amplias molduras color carrocería que imitan las viejas planchas realizadas en chapa. Otro elemento estilo retro es el cuadro de instrumentos con visera redondeada que esconde tres medidores circulares superpuestos. Los materiales son buenos, sin llegar a plásticos de la calidad de un nuevo Golf como el que ya probamos en México, y el ensamble sigue los sólidos parámetros de la ingeniería alemana.

Obviamente se trata de un auto moderno, así que no olvida integrar una pantalla táctil (sin Navegador en la unidad probada), volante multifunción con base plana y demás elementos actuales. La versión 1.4L aquí probada tiene la cantidad de amenidades básicas, como aire acondicionado manual, detalles en cuero y sistema de infoentretenimiento, teniendo que escalar al 2.0L para tener climatizador bi zona, tapizado en cuero, techo solar y faros bi-xenon.

Un aspecto destacado, al menos respecto de su antecesor, es el espacio en las plazas traseras, ahora para dos personas relativamente cómodas y el baúl con portón enterizo que pasa de los 270L en el New Beetle a unos correctos 310L en el The Beetle.

 

Comportamiento dinámico

Lo primero que hay que destacar del Volswagen The Beetle es que envía el mensaje correcto desde la posición de manejo. Asiento y volante se pueden bajar y acercar lo suficiente, el techo bajo tapizado en negro y los guardabarros anchos que asoman por los retrovisores suman a la sensación de estar en un deportivo.

La idea de estar en un auto más masculino es completada por la suspensión firme, pero sin salir de la zona confortable, y la dirección con cierto peso que pese a ser eléctrica se siente conectada con las ruedas.

El 1.4L es una maravilla, puede dudar un poco si arrancamos en subida, pero una vez que el turbo entra en acción (a 1.500 rpm ya nos da más torque que un 2.0L normal) empieza a moverse con total soltura. Si pisamos a fondo el acelerador, el The Beetle no se siente explosivo, pero acelera en serio, no en vano hace el 0 a 100 km/h en menos de 9 segundos.

En ruta a 120 km/h va con 2.750 rpm en 6º con baja rumorosidad en la cabina y un consumo correcto de 6.5 L/100 km. Apoyado en su gran torque, el poder de reacción es muy bueno. El The Beetle se siente bien plantado, la dirección se endurece correctamente con la velocidad y todo el auto se muestra dispuesto a obedecer rápidamente a nuestras órdenes.

En curvas cerradas apunta bien la trompa, avisa con tiempo que el tren delantero está perdiendo agarre y si nos pasamos con la velocidad el ESP corrige la trayectoria de manera poco perceptible para que se mantengan tanto la seguridad como la diversión.

 

Conclusiones

El nuevo Volkswagen The Beetle conjuga muy bien su aspecto llamativo y de auto de capricho con calidad y buena dinámica. Parte de la clave está en este nuevo carácter que le imprimió la marca sumándole más cualidades de coupé, que lo hacen ahora tan interesante para las mujeres como para los hombres. Además, ha ganado en practicidad, esto no quiere decir que pueda verse como un auto familiar, pero comparado con el anterior New Beetle, ahora puede sentar a cuatro personas y llevar las compras en el baúl.

Hernando Calaza. Fotos: Ezequiel Las Heras recomienda