Kia tiene el objetivo de ser uno de los principales protagonistas en el mercado argentino de importados y esto se evidencia con sus más recientes lanzamientos, entre los que tenemos a los nuevos Río y Cerato, la enorme Carnival, el Sorento y ahora la Sportage, que pudimos manejar en ciudad y autopista.
Diseño
Si le tapamos los emblemas de Kia en la carrocería y le preguntamos a algún incauto que no conoce el modelo, seguramente nos respondería que estamos ante un SUV de origen alemán. Y no estaría del todo equivocado, ya que la nueva Kia Sportage ha sido diseñada en el Centro de Diseño que tiene la marca en Frankfurt. Si bien tiene cierto aire al Porsche Macan, este producto de Kia se destaca por su estética moderna y atractiva, con ópticas que se suben al capó y líneas que transmiten mucha sensación de auto Premium, algo que Kia sabe hacer muy bien.
Parece un SUV de origen alemán, pero es coreano
La nueva Sportage cuenta con 4.480 mm de longitud, 1.854 mm de ancho y 1.646 mm de alto, mientras que la distancia entre ejes es de 2.670 mm. Respecto de la generación saliente, esto representa un incremento de 40 mm de paragolpes a paragolpes, y de 30 mm entre los ejes, mientras que el ancho y el alto se mantienen prácticamente idénticos.
Mecánica y Seguridad
La unidad que probamos corresponde a la versión EX 4x4 Automática, que cuenta con un cuatro cilindros DOHC (doble árbol de levas a la cabeza) de 2.0L con 153 CV (a 6.200 rpm) y 192 Nm, acoplado a una caja automática de 6 marchas. Este impulsor puede transferir su fuerza a las ruedas delanteras o a los dos ejes según la versión.
En materia de seguridad tenemos los obligatorios frenos ABS con la suma de un total de 6 airbags, (conductor y acompañante, de cabeza delanteros y traseros tipo cortina y laterales delanteros) control de estabilidad y asistencia de arranque en pendiente. Estos elementos y su buena calidad de construcción le fueron suficientes para hacerse con el Top Safety Pick de la IIHS y las 5 estrellas en las pruebas de EuroNCAP.
Interior y Equipamiento
Es un placer sentarse en la nueva Kia Sportage. El interior está bien cuidado y tiene varios detalles de calidad como el volante forrado en cuero liso, el botón de Start/Stop, un techo panorámico corredizo, el climatizador bi-zona y un sobrio pero elegante diseño general, con destacadas terminaciones y ensambles.
Detrás del volante multifunción encontramos un tablero bastante completo con una pantalla de 4.2” central que nos provee de toda la información de la computadora de abordo y parte del sistema multimedia. Al respecto, todo el infoentretenimiento se muestra en la pantalla táctil de 5 pulgadas ubicada en el centro de la consola, desde donde podemos ver las imágenes provistas por la cámara de retroceso y comandar el impecable sistema de audio de la firma JBL, el cual podemos proveer de música desde nuestro smartphone gracias a la conectividad Bluetooth. Un gran faltante de este sistema es el navegador GPS, algo que para un vehículo de este segmento (y para el público que vá destinado) puede resultar indispensable.
Un gran faltante de este sistema es el navegador GPS
El baúl es generoso, de unos 503 Litros, todo un logro ya que cuenta con un auxilio que respeta la medida original (225/55 R18) y que también es de aleación, o sea que se puede contar con repuesto idéntico.
Comportamiento Dinámico
En la Kia Sportage encontramos un vehículo que más allá de ser un SUV se muestra con muy buena tenida en ruta, con un rolido aceptable en curvas y una dirección perfectamente calibrada, ya que resulta bastante directa y comunicativa pero sin ser demasiado pesada.
El motor de 2.0L no tiene turbo y se nota. Si bien cuenta con una potencia mayor a la que podríamos esperar de un impulsor naturalmente aspirado con esta cilindrada, en algunas ocasiones le serían muy bienvenidos algunos Nm más de torque como en la versión comercializada en EE.UU. y México, con un motor turbo de 2.0 litros de 240 CV y 352 Nm. Sin embargo, la entrega de esta potencia se realiza de forma maravillosa por la caja automática de 6 marchas, que administra cada uno de los 153 caballos con gran precisión, otorgándole al vehículo una buena reacción y siendo prácticamente imperceptible en su paso de cambios.
Esta cuestión de ser imperceptible se debe en buena parte a la correcta insonorización, ya que cuando viajamos en ruta el ruido del motor no molesta en la cabina, mientras que en ciudad apenas se nota.
Conclusiones
La nueva Kia Sportage llega no sólo para renovar a la marca y ubicar a Kia entre las firmas más interesantes del mercado argentino sino también para darle a los usuarios de este modelo una gran excusa para renovarse. Si bien no es un vehículo de volumen debido a su precio, puede ser una buena alternativa para quienes estén pensando en adquirir una SUV compacta premium pero por algún motivo no quieran ostentar cuatro anillos o una estrella en la parrilla. La Kia Sportage casi que comparte precios con algunos de los SUV Premium más destacados del mercado, pero a su favor tiene la fuerza de un diseño atractivo y el nombre de un modelo que ya tiene su buena historia en Argentina. Habrá que ver si con eso es suficiente.