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El Viejo Diablo y el Infierno Verde

Hace 60 años Fangio daba cátedra con la mejor condcción de la historia en la Fórmula 1.

El Viejo Diablo y el Infierno Verde

Los presentes nunca van a olvidar ese día, el día en que en el Infierno Verde de Nürburgring gobernó el Viejo Diablo balcarceño. Con tres GP ganados sobre cinco, Juan Manuel Fangio llegaba a la sexta fecha de la temporada 1957 de la Fórmula 1 en una inmejorable posición para quedarse con su quinta corona del automovilismo mundial. 22 vueltas al circuito más díficil del mundo separaban al Chueco del trofeo, y Fangio, con la experiencia que le daban sus 46 años, había notado que con los neumáticos y el tanque lleno de sus adversarios de Ferrari, lo más probable es que corrieran todo el GP sin tener que detenerse en los boxes. Visto eso, Fangio llenó el tanque de su Maserati 250F a la mitad y eligió unos neumáticos suaves, que le permitirían tomar las curvas de manera más rápida aunque sin dudas esto le obligaría a tener que parar para atención en los boxes.

Con la pole position de su lado, Fangio dominó la carrera hasta la vuelta 13 sin dejarle oportunidad a Mike Hawthorne y Peter Collins, los británicos de Ferrari que estaban a más de 30" atrás del Chueco. Pero el destino quiso que la parada obligada en boxes fuera desastrosa, con un tornillo de la rueda posterior perdido abajo del auto que hizo que se perdiera medio minuto buscándolo. Cuando Fangio salió de nuevo a la pista, las dos Ferraris estaban a 48" de la 250F que comenzaba a convertirse en una máquina desenfrenada a cargo de un piloto monumental. Las siguientes diez vueltas vieron 9 récords batidos y rebatidos por el argentino, siete de forma consecutiva. Fangio tomaba las curvas de manera casi demencial, como el mismo confesaría, tomando curvas siempre con un cambio más del "debido". 

En la vuelta número 21, Fangio primero sobrepasó por izquierda a Collins y luego, con las ruedas derechas en el asfalto y las de la izquierda en el pasto, tomó el primer lugar dejando atrás a Hawthorne. El británico diría después de la carrera que no ejerció mucha resistencia en esa maniobra porque "ese Viejo Diablo me hubiese arrollado si no lo dejaba pasar", y es que Fangio estaba realmente endemoniado. Cruzó la línea de meta 3,6" antes que Hawthorne para quedarse con el título de la F1 dos fechas antes de su GP final ante la ovación de los presentes que no podían creer lo que habían visto.

Juan Manuel Fangio cerraba así su ciclo de victorias en la F1 a bordo de un Maserati. El GP de Alemania sería el último triunfo de Fangio en la F1 y volvería a Nürburgring pero ya no como conductor sino como líder de la Misión Argentina de los Torino, cuya historia te contamos previamente acá. Y si bien han pasado los años y hubo muchos ganadores de la máxima competición de la FIA, ninguno ha podido tener una victoria tan resonante y emocionante como la del Chueco, el Viejo Diablo, en el infernal trazado de Nürburgring.

 

Fangio en el GP de Alemania 1957

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