Cuando el Urus fue develado en el marco del Salón del Bolonia de diciembre pasado, el CEO de Lamborghini, Stefano Domenicali, insistió en que el flamante SUV calzaba perfecto con el estilo y poderío de la gama de súper deportivos de la marca. Que no había compromiso entre deportividad y versatilidad.
Después de verlo en acción por primera vez en su debut dinámico en el Goodwood Festival of Speed, no me quedan dudas de que el Urus, más un súper SUV, como fue denominado, es un auténtico súperdeportivo.
Motor V8 4.0 litros biturbo, con 650 CV y 850 Nm de par, asociado a una caja de doble embrague y a un sistema de tracción total, no son números de un SUV. El 0 a 100 km/h en 3,6 segundos y los 305 km/h de velocidad máxima tampoco.
¿Y qué me dicen del diseño? Su silueta es ultra agresiva, su perfil acuñado es completamente aerodinámico, y su escasa altura (1,64 metros) le dan al Urus una presencia que rara vez tiene un SUV. Ninguno que yo recuerde, y eso que hay varios que me han gustado.
Ahora, se ve pequeño y ligero pero los números dicen lo contrario. Y es que el Lamborghini Urus mide 5,11 metros de largo, 2,18 metros de ancho y tiene tres metros entre los ejes, con 2,2 toneladas de peso en seco. Son prácticamente las cifras de una pick-up full size. Pero el Urus tiene la agilidad de un Lotus, y esa es la gracia.
Volvamos al trazado de Goodwood, que como hemos explicado antes, tiene 1,86 km de largo y trepa suavemente por una pendiente de poca inclinación. Pero hay un par de curvas en 90º (o casi) y en algunas zonas es tan estrecho que el límite del asfalto es un muro de piedras.
Y en esa faena, el Urus se lució con su agilidad, aplomo y velocidad. No batió ningún récord, pero cuando se está en un estreno mundial, no hay que hacer tonterías porque el video queda grabado para siempre.
Pero el Urus no era la única sorpresa de Lamborghini, ya que tras él debutó el también nuevo Huracán Performante Spyder, modelo que se estrenó hace apenas un par de meses en el Salón de Ginebra.
Motor V10 5.4 litros, con 640 CV y 600 Nm, caja de doble embrague y tracción total, para un 0 a 100 km/h en 3,1 segundos y 325 km/h de velocidad máxima. De infarto, con su diseño expresivo y su exclusividad garantizada.
¿Voló por las rutas de Goodwood? Tampoco. La idea era mostrarse, creo yo. Porque sí recuerdo a algunos autos que hicieron las tareas en la búsqueda de los buenos tiempos. Todos ellos eran modelos con cierto trajín y bastante vistos. Los nuevos, en cambio, se dedican a transitar esta pasarela de 1.860 metros como si fueran modelos exhibiendo su atuendo en el mayor de los desfiles del mundo.
Es que Goodwood da para todo. Incluso para que 1.290 caballos de fuerza nos dejen con gusto a poco.