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Prueba DS 7 Crossback: la joya del presidente

Un SUV que debutó con el premier francés saliendo de su techo no puede pasar desapercibido.

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No es ninguna novedad si te digo que competir en el mercado automotor es muy difícil. Pero imaginate que encima tenés que hacerlo justo en el segmento más exigente, el premium, donde literalmente los detalles hacen la diferencia. Y para colmo, imaginate que en ese segmento los que mandan son alemanes, justamente reconocidos por su obsesión de que todo, hasta lo más pequeño, esté bien.

Así de difícil la tiene DS, la marca premium del grupo PSA que busca hacerse un hueco en este mercado. Su apuesta más fuerte hasta el momento es el DS 7 Crossback, un SUV del segmento C que acaba de lanzarse en Argentina, saliendo a competir contra rivales de la talla del Audi Q3, BMW X1 o Mercedes-Benz GLA. ¿Cómo destacarse ante estos contrincantes? Haciendo gala de lo que los demás no tienen ni nunca podrán tener: espíritu francés. ¿Alcanza sólo con eso? Vamos a averiguarlo.

Diseño

El DS 7 Crossback grita Francia por todos lados. Su debut ante el público fue justamente con el presidente de Francia arriba, y la peculiar perspectiva francesa de lo que significa “darse un lujo” está presente ya desde afuera.

Hace gala de lo que sus competidores no tienen ni nunca podrán tener: espíritu francés.

Vamos a empezar con el diseño frontal, donde se destaca la tradicional parrilla de la marca enmarcada en cromo, donde observamos una trama diamantada (leimotiv de este vehículo) en negro piano. El capó nos muestra nervaduras robustas, pero el DS 7 no te distrae mucho porque lo que quiere es que lo mires a los ojos: tenemos unas ópticas que son increíbles, un chiche robotizado que no sólo funciona genial en el manejo nocturno, sino que impacta desde lo visual. En el video te muestro cómo funcionan, no te lo pierdas.

Yendo hacia la parte de atrás nos topamos con más musculatura, más cromo y otra vez con las ópticas reclamando nuestra atención, esta vez con un diseño geométrico que asemeja la piel de un cocodrilo pero retroiluminado. Acá no hay piezas móviles, pero hay mucho, mucho esmero de diseño.

En conjunto, el DS 7 Crossback está muy bien logrado y transmite ese diferencial francés del que te hablaba antes, aunque todo se potencia puertas adentro.

Interior y Equipamiento

 

Cuando te subís al DS 7 lo primero que notás es que al cerrar la puerta hay un mundo de ruidos que se quedó afuera. La insonorización es muy buena, tanto cuando estamos quietos como en movimiento. El ambiente que nos propone este vehículo es sofisticado, con líneas geométricas y detalles que coquetean con el mundo de la joyería y cristalería. ¿Por qué digo esto? Por los botones facetados, si bien se sienten algo sintéticos, su estética es soberbia, logrando esa pretensión tan francesa de ser distintos pero armonizando con el entorno.

En este caso estamos manejando la versión Be Chic con terminaciones “Rivoli”, esto quiere decir que en el tablero tenemos cuero con costuras en forma de rombo, (que se repite en los paneles de puerta) y tapizados también de cuero, con ajustes eléctricos y memoria para otorgar una gran calidad. Para tener un masajeador como en el 3008 que probamos, hay que estirarse a las versiones más caras.

Frente al puesto de mando tenemos un volante de excelente tacto, y detrás de él un cluster de instrumentos enteramente digital y personalizable, donde se repiten las gráficas geométricas. Las animaciones son un encanto y el despliegue de información muy completo, en una pantalla que es grande pero no tanto como la que tenemos en el centro del tablero, con 12”, navegador integrado y conectividad para el teléfono. Me gustó mucho la disposición de los botones de este sistema multimedia, ya que posee comandos fijos que funcionan como acceso directo a las funciones mas importantes (el climatizador bizona, el GPS o el teléfono) acompañados de ruedas brillantes parecidas a una joya, para comandar todo de una forma elegante y táctil, un detalle sutil.

Párrafo aparte se merece el relojito. El DS 7 Crossback se enciende mediante un botón justo en la parte central superior del tablero, (con un “DS” retroiluminado en rojo muy elegante) que al presionarlo no sólo arranca el vehículo sino que despliega un reloj cuadrado, con agujas, muy similar al que traía el mítico Citroën DS de 1955. Este reloj central está firmado por la empresa B.R.M., una empresa de relojería francesa muy exclusiva cuya manufactura es prácticamente artesanal, al punto que estos relojes que equipa el DS7 Crossback son los primeros que producen en serie bajo la denominación BRM R180. ¿Lo usé para saber la hora, teniéndola mas abajo en la pantalla? Claro que no, pero cualquier cosa que salga mágicamente del tablero cuando enciendo el auto es bienvenida.

Las plazas traseras también están cuidadas, con mucho espacio para las piernas, salidas del aire acondicionado y algo muy particular: ajuste eléctrico para los respaldos. Me parece genial que la marca considere que las personas que van atrás también merecen algunos mimos de confort.

cualquier cosa que salga mágicamente del tablero cuando enciendo el auto es bienvenida

El baúl es muy amplio, de 628L., está muy bien presentado al estar íntegramente alfombrado y bajo su piso plano se esconde una mala noticia: una rueda de auxilio temporal en medidas 135/80/R18 con una velocidad máxima limitada a los 80 Km/h., algo que puede servir para sacarte del apuro en una ruta europea donde las distancias son cortas, pero que puede hacerte renegar por un buen rato si pinchás en pleno viaje por una ruta nacional.

Mecánica y Seguridad

Como te decía, en este caso manejamos la versión Be Chic, que resulta la entrada de gama para este modelo. Es la única que equipa un motor naftero, el conocido 1.6L THP de 165 CV y 240 Nm. acoplado a una caja automática de 6ta, que envía la fuerza al eje delantero. También están las versiones So Chic y Grand Chic, en ese caso bajo el capó hay un 2.0 HDi (turbodiésel) de 180 CV y 400 Nm emparentado a una caja automática de 8va., toda una novedad del Grupo PSA. EL punto bajo en este apartado es que en ninguna versión se ofrece tracción integral.

Y si hablamos de seguridad, el DS 7 hace méritos para pertenecer a la élite. Tenemos un total de 8 airbags, un número singular ya que tenemos frontales para conductor y acompañante, laterales, de cortina y también laterales pero para las plazas traseras. A esto se suma control de estabilidad, (ESP) de tracción y varias asistencias de manejo como el aviso de mantenimiento de carril. En este caso particular me gustaría que venga con el paquete de asistencias ADAS que trae la versión tope de gama del Peugeot 3008, con control de crucero adaptativo y mantenimiento de carril activo. Para esto tenemos que irnos versiones mas arriba, donde recién ahí encontramos un diferencial ante la competencia, una cámara de visión nocturna .

Comportamiento Dinámico

Manejar el DS 7 por la ciudad es una linda experiencia. Su despeje nos permite atravesar imperfecciones con soltura, aunque no quise abusar de agarrar pozos para no comprometer sus ruedas de medida 235/55/R18. El andar está orientado al confort, sin ser gomoso. La dirección está muy bien calibrada, en maniobras de estacionamiento puede moverse con un dedo y al circular transmite bien la sensación de “peso” del vehículo.

El conjunto motor/caja son más que suficientes para moverse bien por la ciudad, el THP es conocido por su buena entrega de torque y la caja hace un trabajo que sin ser sobresaliente, es correcto y suficiente. Circulando bajo un tránsito fluido logré un consumo promedio de 10.5L/100Km., que llegó a los 11.5L/100Km con tránsito mas pesado.

Ya en la ruta, me sorprendió el comportamiento dinámico de este SUV. Esperaba rolido, vaivenes, todo eso que detesto de este segmento tan de moda, pero en el caso del DS 7 (si bien todavía me siento demasiado alto respecto al suelo) no tuve estas sensaciones. Tiene una muy buena tenida y un andar firme, con un trabajo en las suspensiones que transmite confianza. La suspensión independiente en el eje trasero tiene mucho que ver con esto, y si bien comparte plataforma con el ya mencionado Peugeot 3008, en este caso con este tipo de suspensión ya no se siente ninguna sequedad desde atrás.

El motor y caja responden bien a la hora de los sobrepasos, pero tampoco me hacen sentir que estoy con demasiado resto. Para darte un ejemplo sobre su elasticidad, si vas a 80Km/h y pisás el acelerador a fondo, tardás 7 segundos en llegar a los 120 Km/h., un número que no está nada mal, pero que podría ser mejor. Digo esto no por ser un pistero, sino porque en este segmento se aprecia esa sensación de que sobre potencia, algo que estoy seguro que sucede con el impulsor HDI que equipan las otras versiones y que ya vamos a probar.

A 120 Km/h. de GPS (123 Km/h de velocímetro) el motor gira a 2.000 rpm y entrega un consumo bastante contenido: 6.8L/100Km. Los ruidos aerodinámicos y de motor no invaden la cabina, gracias al gran trabajo de insonorización que ya te mencioné.

Conclusiones

El DS 7 Crossback la tiene bien difícil, se lanza a pelear en un segmento pujante, pero con rivales de mucha historia. Ser una marca “nueva” le juega a favor y en contra: por un lado es como esos invitados a fiestas de lujo que tienen que hacerse respetar para ser aceptados pero por otro tiene la chance de proponer algo completamente nuevo, en este caso su encanto francés.

es como esos invitados a fiestas de lujo que tienen que hacerse respetar para ser aceptados

Hay aspectos que me parecen negativos, como la ausencia de tracción integral en todas sus versiones, o que esta versión entrada de gama (Be Chic) cuente con menos equipamiento que la versión full del Peugeot 3008, vehículo del que debería despegarse completamente. Si pago este precio por un vehículo me gustaría no tener que pasar vergüenza con una ruedita temporal, pero esa mancha ya salpica a casi todas las marcas.

En el lado positivo me parece que DS está yendo por el camino correcto gritando “soy francés” a los cuatro vientos para marcar su diferencial. Las personas que pueden permitirse vehículos de este precio no tienen muchas opciones mas allá de los alemanes, (a lo sumo está la opción italiana con el Alfa Romeo Stelvio) pero ahora tienen la posibilidad de tener en su garage a un exponente del diseño francés, que en este país tiene bastantes adeptos. El DS 7 Crossback tiene propuestas interesantes no sólo en su diseño, sino también en la forma que hace sentir a quien lo maneja. Sentarte en su butaca no te dará ningún título de nobleza, pero te hace sentir presidente de Francia por un rato.

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