No te voy a revolucionar la conciencia si te digo que las SUV están dominando el mercado, ya lo sabés. Lo que empezó como una moda, una tendencia, un capricho del consumidor, se transformó en un hecho que obligó a los fabricantes a reestructurar su cartera de productos para ofrecer vehículos con esta silueta, dejando tristemente de lado a los sedanes y hatchbacks que tanto queremos y que tantas veces las mismas automotrices ponderaron frente al advenimiento de los aventureros.
Pero hay una marca a la que nunca vamos a poder acusar de hipócrita, me refiero a Jeep. Desde hace casi 80 años que esta gente viene fabricando no sólo vehículos todoterreno, sino que también viene construyendo una mística de lo que significa la movilidad fuera del asfalto. Tener un Jeep significa más que simplemente tener una camioneta, y desde que la marca pasó a manos del Grupo FCA esto se volvió una pieza fundamental entre los argumentos de venta. Los modelos fabricados en Brasil para la región (Compass y Renegade) son ejemplos de lo que sucede cuando un vehículo de nicho se vuelve más accesible para el público general y en el caso puntual de la Jeep Renegade que vamos a probar hoy, esto se vuelve mas palpable.
La Jeep Renegade ya había pasado por nuestras manos al poco tiempo de su lanzamiento en Argentina, allá por 2016. En ese momento Hernando probó la versión SportPlus, que contaba con el mismo motor que hoy cuenta la versión Longitude que manejamos. Sin embargo, en este tiempo el modelo sufrió un rediseño que trajo novedades y lo puso a tono con la competencia, que está poblando el segmento convirtiéndolo en el más variado del mercado actual.
Diseño
Voy a empezar por algo subjetivo, pero que surge desde la experiencia personal: me llamó la atención el factor “wow, que fierro” de la Renegade en la gente que no tiene mucha idea de autos. Durante la semana que la probé, me di cuenta que causó mucha mejor impresión que otros vehículos hasta de segmentos superiores, y a decir verdad, no sé por qué. Quizás esa percepción general tenga algo que ver con el éxito de los SUVs, pero lo cierto es que la Renegade tiene un planteo bien sincero: no quiere parecerse a un auto, es más, se esfuerza (bastante) en parecerse lo más posible al viejo Jeep Willys pero con líneas modernas. Proporciones rígidas, cuadradas, con ápices apenas redondeados y detalles que le quedan muy bien, como sus nuevas ópticas LED que ahora adoptan además del “ojo de ángel” circular, un nuevo (me permito la analogía) “ojo de pulpo” central, otorgándole una firma lumínica particular y reconocible.
la Renegade tiene un planteo bien sincero
Otra de las novedades con respecto a la Renegade de siempre es el paragolpes, cuyo rediseño persigue una funcionalidad muy bienvenida para quienes apretaron los dientes al hacer off-road con el primer modelo: ahora la parte baja del frontal permite un mayor ángulo de ataque, así que ya no vá a tocar donde antes lo hacía.
Las referencias a la historia de Jeep son constantes
Sobre el lateral tenemos nuevas llantas y listo, ahí se terminaron las novedades. Sin embargo le voy a dedicar unas palabras al sinfín de cositas escondidas que tiene la Renegade que remiten a la marca y a la aventura, desde el logo de las 7 ranuras en las ópticas traseras, o el Willys y el “Yeti” en el parabrisas y luneta respectivamente. Todo eso se complementa con un mapa con coordenadas que te muestro en el video (a ver quién nos dice el lugar al que hace referencia). Estos detalles o easter eggs son una buena forma de hacer sentir especial quien posea este vehículo. Las referencias a la historia de Jeep son constantes y por más que tengas un vehículo 4x2 hecho en Brasil, te sentís realmente en un Jeep.
Interior y Equipamiento
Puertas adentro la Jeep Renegade repite la fórmula externa: te dice que es un Jeep por todos lados, con un parabrisas bien recto, buenos encastres y la particularidad de una manija para que el acompañante se agarre en caso de un off-road súper extremo. Quizás nunca tengas que usarlo, pero ahí está.
Las novedades en este restyling pasan por un nuevo sistema multimedia que se expresa en una pantalla de 8.4” con Uconnect que incluye Android Auto y Apple Carplay y también por un nuevo climatizador automático bi-zona y puerto USB para las plazas traseras.
Brasil, decime que se siente
Una agradable diferencia que tenemos con nuestros hermanos cariocas: En Argentina, el baúl de 390 litros está muy bien presentado y tiene una excelente noticia: debajo del piso tenemos una rueda de auxilio homogénea, hasta en la llanta de aleación. Esto es algo que con el restyling dejó de suceder en Brasil (ampliando la capacidad del baúl pero haciendo uso de una rueda finita) y celebramos mucho que no se replicara en Argentina.
Mecánica y Seguridad
A partir de ahora, la gama del Jeep Renegade queda compuesta por un total de tres versiones y cuatro niveles de equipamiento: Sport y Longitude (la versión que estamos probando) ambas con el motor 1.8L E.torQ Evo de 130 CV. En la versión Sport hay opciones de caja manual o automática, pero en el caso de la versión Longitude, la transmisión es exclusivamente la AT6, con tracción delantera. Por otro lado está la versión Trailhawk 2.0 TDi de 170 CV y caja automática de 9 relaciones, siendo la única de la gama con tracción 4x4 y el sistema denominado Jeep Active Drive Low.
La seguridad en esta versión es muy buena, contamos con un total de 7 airbags, ESP y frenos a disco en las cuatro ruedas, aunque hay que aclarar que en la versión Sport el recuento de airbags sólo llega a 2.
Comportamiento Dinámico
¿Cómo se porta el 1.8L de 130 CV y 182 Nm junto con la caja automática de 6ta? Bueno, ya es de común conocimiento que a este impulsor en este auto no le sobra nada, y la unión con la caja automática lo pone en evidencia. Las reacciones son lentas y la transmisión intenta exprimir torque de donde puede. Para un manejo urbano sereno es más que suficiente, pero al momento de pegar un acelerón te vas a quedar con más dudas que respuestas.
Por otro lado, le destaco mucho el confort de marcha en ciudad. Su configuración de suspensión le confiere una marcha muy cómoda, podés pasar por las imperfecciones del asfalto como si estuvieses en una chata, el recorrido es largo y el acompañamiento del amortiguador es muy amable. Quizás no hagas off-road por las piedras de una montaña, pero podés darte el gusto de pasar por arriba los peores pozos de tu ciudad sin drama.
La posición de manejo es muy cómoda, con un campo visual alto y espejos retrovisores literalmente enormes. El único punto donde la visibilidad está perjudicada es cuando doblamos en una esquina y el enorme pilar A nos tapa el camino.
En el ámbito urbano, el consumo fue de 14L/100Km, un poco mas alto de lo esperado, seguramente causado por la búsqueda de potencia de la caja para mover el vehículo.
En ruta, todo el confort que tenemos en ciudad se vuelve en contra. El vehículo es cómodo, sí, pero ese compromiso hacia el confort hace que la suspensión sea bien de SUV, con inclinaciones tanto hacia los lados como bajando mucho la trompa si apuramos el freno. Te lo dije al principio, la Renegade es sincera en su planteo y no quiere hacerse pasar por auto, aunque esto implique replicar los defectos propios de cualquier SUV.
la suspensión es bien de SUV, con sus virtudes y defectos
Al exigir el motor en ruta tenemos un desempeño pobre, a modo de ejemplo, el 80-120Km/h en D lo hace en 11 segundos y si bajamos manualmente a 3ra antes de acelerar (con las levas al volante o con los botones en la palanca) el registro se reduce a 10 segundos. Ambas cifras son altas y hablan de una falta de torque a velocidades de viaje, tenelo en cuenta al momento de hacer un sobrepaso si vas con el auto cargado.
Viajando a 120 Km/h de GPS el velocímetro nos marca 124 Km/h y el tacómetro se sitúa en las 2.700 rpm. A esta velocidad el consumo llega a los 9L/100Km.
Conclusiones
En un segmento superpoblado donde no paran de llegar nuevos contendientes, Jeep planta a la Renegade como la propuesta más sincera entre las SUV. La marca tiene mucha historia en la movilidad aventurera y te lo hace sentir en cada detalle. Tiene una puesta a punto orientada al confort, y aunque no posea tracción 4x4 ni un motor potente, cumple con hacer sentir a sus ocupantes que están sobre un todoterreno.
La actualización de este modelo la deja mucho más pareja en cuanto a tecnología con sus competidores, pero su motor está un paso atrás en entrega de potencia y consumos. En este nivel de precios hay competidores muy superiores en este aspecto, y si me mantengo en el Grupo FCA hasta me quedo pensando si no me conviene, hasta por menos plata, una FIAT Toro con el conjunto del motor TDi de 170 CV y caja AT9 como equipa la Trailhawk.
Si querés saber el precio de la Jeep Renegade junto a su garantía y datos de la ficha técnica completa, visitá nuestro Catálogo de 0Km en el mercado argentino.