A menos de una semana de la cancelación del Salón de Ginebra, el coronavirus volvió a ser noticia en la industria automotriz. Esta vez en su país de origen, China, al informarse que su mercado automotor, el más grande del mundo, sufrió una fuerte caída en las ventas. Los datos se dieron a conocer un mes más tarde de la suspensión de la producción en Wuhan, la "Motor City" del gigante asiático, también por el brote que tiene en vilo al planeta.
Debido a que en el último mes el gobierno chino aplicó medidas como la recomendación a la población de permanecer en sus hogares (por miedo a contagiarse en lugares públicos), las ventas de autos disminuyeron un 80%, en comparación con los registros del mismo periodo de 2019.
Por ejemplo, Toyota, el principal fabricante del mundo, registró una caída del 70% con respecto al año anterior, al vender apenas 23.800 unidades. Asimismo, las ventas al por mayor de fabricantes a distribuidores disminuyeron en más del 85%, en el mismo mes en el que la epidemia redujo la demanda y la producción de vehículos.
Si bien se espera que en los próximos meses el mercado chino retome su camino, a fin de año las ventas mundiales caerían un 2,5% como parte del impacto que provocó el virus en la fabricación y la demanda de autos.