Además de la distracción a la que los conductores y las conductoras se someten cada vez que usan un celular en pleno viaje, en los últimos tiempos se está sumando otro problema: el abuso de confianza hacia los sistemas autónomos de los vehículos modernos.
Según una nueva investigación del IIHS y el AgeLab del Instituto de Tecnología de Massachusetts, hay un aumento en la distracción al manejo debido a los sistemas de asistencia al conductor. Para llegar a este resultado, los investigadores estudiaron el comportamiento de 20 voluntarios durante un mes, a medida que se familiarizaban con las funciones avanzadas de las asistencias.
Detalles de la investigación
Durante el estudio, se examinó la frecuencia con la que los conductores quitaban ambas manos del volante para hacer otras cosas, como por ejemplo usar su teléfono celular o ajustar los controles en la consola del vehículo.
De los 20 automovilistas, la mitad manejó un Range Rover Evoque que incluye control de crucero adaptativo (ACC) por el que mantiene automáticamente una velocidad elegida por el conductor o la conductora, al mismo tiempo que sostiene una distancia preestablecida con los demás vehículos.
Los 10 restantes usaron un Volvo S90 con control de crucero adaptativo y Pilot Assist, sistema parcialmente automatizado que combina el control de crucero con tecnología de centrado de carril que mantiene el vehículo posicionado lateralmente en el carril de circulación.
Según el sistema de clasificación desarrollado por SAE International, los niveles de automatización van de 0 (sin automatización) a 5 (totalmente autónomo). Los sistemas de nivel 1 pueden ayudar a la persona que está al mando del vehículo con una tarea de conducción, como por ejemplo el control de velocidad crucero. Así, el Range Rover Evoque encaja en esta categoría.
Por su parte,el nivel 2 suma el Pilot Assist y es el nivel más alto de automatización disponible en los vehículos de producción en la actualidad. Aquí se sitúa el Volvo S90.
Análisis
Cuando los conductores y las conductoras recibieron los vehículos por primera vez, pocas veces sacaban las manos del volante, ya sea manejando de forma manual, usando el control de crucero o Pilot Assist. Sin embargo, después de un mes resultó mucho más probable la falta de concentración o que se desentendieran del volante al emplear la automatización. De hecho, el impacto del sistema del nivel 2 de Volvo fue más drástico que el control de crucero, y si lo comparamos con la conducción manual la diferencia es clara: las personas que utilizaron el vehículo sueco multiplicaron por 12 las probabilidades de quitar ambas manos del volante después de haberse acostumbrado a cómo funcionaba el centrado del carril.
Asistencias mal usadas
Tanto el Pilot Assist como sistemas similares, ya sea el piloto automático de Tesla, el Super Cruise de Cadillac y el Intelligent Drive de Mercedes-Benz, NO están diseñados para reemplazar al conductor. Sucede que no son perfectos, ya que presentan problemas para negociar muchas características comunes de los caminos, por lo que el individuo debe tener el control en todo momento.