Durante los años cincuenta, Citroën solo ofrecía dos modelos, lo que no tenía por qué ser un problema, aunque en realidad sí lo era debido a que se trataban de dos vehículos muy opuestos; el 2CV, práctico y austero, y el DS, un ícono de la vanguardia. A la marca francesa le hacía falta un modelo entre medio de aquellos, que hiciera de puente y que diversificara su oferta ante una creciente clase media que requería un vehículo con mayores prestaciones que el 2CV. El resultado fue el Ami 6, un auto interesante que se comercializó tanto en configuración sedán como station wagon y que esta semana cumple sesenta años.
Citroën Ami 6: El origen
La versión de preproducción tenia los chevrones en la punta del capó.
En realidad, Citroën había tratado de cubrir el vacío que tenía entre el 2CV y el DS con el ID19, que técnicamente era un DS "descafeinado" y que se podía conseguir casi un 25% más barato que aquel. Sin embargo, hacía falta un modelo realmente intermedio, más atractivo que un 2CV pero que tampoco fuese costoso de mantener.
El por entonces director general de Citroën, Pierre Bercot, entregó al departamento de diseño un pequeño resumen de lo que sería el nuevo modelo de la marca:
- Capacidad para cinco pasajeros.
- Con baúl grande.
- No debía medir más de cuatro metros.
- No debía ser un hatchback.
El trabajo quedó en manos de Flaminio Bertoni, en el que sería uno de sus últimos proyectos para la marca francesa. Finalmente, logró una carrocería de 3.8 metros de largo, 2.4 metros entre ejes y un peso de 640 kilos.
Citroën Ami 6: Particularidades en el desarrollo
El Ami 6 se basó en el 2CV, a tal punto que contaba con parte de su estructura (aunque mejorada), la suspensión autonivelante y un motor de 602 cc, basado en el del 2CV pero bastante más grande. Por su potencia, fue apodado como 3CV (ojo, no confundir con el modelo lanzado en Argentina del mismo nombre). Además, el desarrollo del AMI 6 contó con las siguientes particularidades:
- Para maximizar la sensación de espacio, Bertoni recurrió a un elemento de diseño poco convencional:
- Inspirado en lo visto en Ford, tanto para los diseños de Mercury en Estados Unidos como el Ford Anglia en Inglaterra.
- Se trató de un parabrisas trasero de inclinación invertida.
- Ayudaba a que no se mojara con la lluvia.
- Permitía una apertura más amplia del baúl.
- De perfil, por la posición invertida del pilar C, se denominó "linea Z".
- El Ami 6 fue pionero en un diseño muy particular:
- El de las luces rectangulares.
- La idea era que estos fuesen parte integral y fluida del diseño del guardabarros
- Si hubiese sido efectivo, habría marcado un antes y un después en la historia del diseño automotriz.
- El departamento de regulación francés pensó que al estar las luces muy bajas, no iluminarían de forma efectiva
- Se optó por un rediseño que tiene a las luces rectangulares con unos encastres ovalados cromados en una posición más alta
- Acentúa la caída del capó, otro aspecto sumamente reconocible de este auto.
- La idea era que estos fuesen parte integral y fluida del diseño del guardabarros
- El de las luces rectangulares.
- El interior del Ami 6 era el puente con el DS.
- Heredaba el volante monobrazo, los tiradores de las puertas, los comandos e incluso los asientos.
Citroën Ami 6: La hora del éxito
La consolidación del modelo llegó en 1964 con el lanzamiento de la versión station wagon (Break), que podía cargar 320 kg. El diseño estuvo a cargo de Henri Dargent (ayudante de Flaminio Bertoni) y por el recientemente fallecido Robert Opron (sucesor de Bertoni tras la muerte de este en 1964). El Break levantó las ventas y superó al sedán, por lo que se trató de un caso muy raro en la historia automotriz.
Menos arriesgado, el Break mantenía un volumen de carga muy importante para un auto de sus dimensiones y un acceso muy fácil y práctico. Muy polivalente, permitía a cualquier familia viajar con un notable confort, pero, además se lo podía usar para el trabajo. Entonces, el Ami 6 se convirtió en el auto más vendido en Francia en 1966.
En 1969 concluyó la producción del Ami 6 convencional, seis meses antes de la versión Break. El Ami 6 fue sustituido por el Ami 8, que técnicamente era un profundo restyling de aquel. Fue diseñado por Robert Opron y transformó al sedán en un hatchback con una luneta trasera que hoy le diríamos fastback. Fue el primer Ami que llegó a Argentina.
Luego, a la familia Ami le sucedieron indirectamente dos modelos, el Citroën GS y el Visa.
Citroën Ami 6: Siete cosas que no sabías
- El nombre "Ami" se dio por una mezcla fonética entre el nombre del proyecto (vehículo AM) con las palabras miss (señorita en inglés) y amici (amigo en italiano)
- Probablemente fue sugerido por su diseñador, de nacionalidad italiana.
- Yvonne de Gaulle, la esposa del General de Gaulle, condujo un Ami 6.
- Esa unidad había inaugurado la línea de fabricación de la nueva planta de Citroën de Rennes-La-Janais cuando todavía estaba en construcción, el 10/09/60.
- Fue un año antes del inicio real de la producción allí.
- Esa unidad había inaugurado la línea de fabricación de la nueva planta de Citroën de Rennes-La-Janais cuando todavía estaba en construcción, el 10/09/60.
- Citroën organizó un raid llamado “Tour de Gaule d'Amisix”
- Arrancó en Rennes-La-Janais el 19 de enero de 1966 con dos Ami 6 break de serie, para demostrar su fiabilidad y sus aptitudes ruteras.
- En la llegada, 23 horas y 11 minutos más tarde y ante notario, el equipo contabilizó 2.077 km recorrido, a una velocidad media de 89,6 km/h.
- En junio de 1963, el Ami 6 se presentó en Estados Unidos.
- El modelo adoptó cuatro luces redondas y paragolpes reforzados, porque eso era lo que pedía la norma del país. Por lo tanto, perdió las luces rectangulares.
- Se fabricaron en total 1.039.384 unidades del Ami 6:
- 483.986 sedanes (abril de 1961 a marzo de 1969)
- 551.880 Break (octubre de 1964 a septiembre de 1969)
- 3.518 Entreprise (Break comercial de dos plazas en versiones "cerrada" y "acristalada").
- En los últimos modelos del Ami 6, la intensidad luminosa de la instrumentación se regulaba con una pequeña palanca que accionaba un reóstato.
- En la actualidad, por una unidad en buen estado de conservación pueden pagarse a partir de 5.000 euros (USD 6.000)