Chery está afianzándose cada vez más en el continente. Fue una de las primeras en desembarcar en el mercado argentino hace una década y desde entonces, varias marcas la han seguido. También hace varios años Chery tiene una fábrica en Brasil, desde donde nos llegan algunos modelos, pero ahora parece que la marca en Argentina dejará de ser una importadora para ser una terminal automotriz que fabrique autos eléctricos.
El anuncio corrió por cuenta del mismísimo presidente de Chery, Yin Tongyue, quien le manifestó al flamante embajador argentino en ese país, Sabino Vaca Narvaja, sobre “el interés de la compañía en invertir en la fabricación de autos eléctricos y en los astilleros Tandanor y Río Santiago, para reactivar la industria naval argentina”.
Chery EQ1, el vehículo eléctrico que todavía no tenemos en Argentina, pero que podría fabricarse acá.
Según declaraciones del embajador, Chery primero invertiría en una curtiembre en La Rioja para producir cuero (propuesta que ya fue elevada a la secretaría de Industria, Economía del Conocimiento y Gestión Comercial Externa del Ministerio de Desarrollo Productivo de la Nación) para luego invertir en una planta de producción de autos eléctricos, en consonancia Ley de Electromovilidad que anunció Alberto Fernández hace pocos meses.
Argentina tiene todo lo necesario para convertirse en un polo productivo de autos eléctricos, ya que además de una vasta experiencia como país productor de autos, con una cadena logística y autopartista ya establecida, también cuenta con una de las mayores reservas naturales de litio, mineral vital para las baterías de los autos eléctricos. Justamente por eso BMW anunció hace poco una inversión de 285 millones de euros para alimentar de nuestro litio a su gama mundial de autos eléctricos. Quizás Chery siga por el mismo camino.
