Lo que algunos países europeos están haciendo en materia de emisiones es para aplaudir. Por ejemplo Dinamarca, país que ya anunció que desde 2025 ningún taxi nuevo emitirá CO2 ni otros contaminantes, mientras que desde 2030 todos los taxis en circulación serán vehículos sin emisiones.
De acuerdo a lo manifestado por el Gobierno del país europeo, tanto los taxis como los colectivos están llamados a liderar la transición verde. Si bien no es una tarea fácil debido a los costos que implican, esperan que al haber esfuerzos conjuntos, la cosa funcione.
La compra de taxis
El servicio de taxi DRIVR de Copenhague acaba de adquirir una flota de 100 taxis impulsados por pila de combustible de hidrógeno. El modelo en cuestión es el auto de hidrógeno más vendido del mundo, el Toyota Mirai.
DRIVR es un servicio basado en una aplicación para dispositivos móviles, donde los clientes pueden escoger entre vehículos híbridos, eléctricos y de hidrógeno. Su éxito fue tan grande que amplió la flota en 100 nuevas unidades.
"No cabe duda de que el sector de los taxis es un integrante clave de la transición verde. Están en marcha constantemente y recorren muchos kilómetros cada día, sobre todo en las grandes ciudades. Con el paso del diésel al hidrógeno limpio, se consigue el mismo funcionamiento y la misma movilidad flexible, pero sin las emisiones nocivas", asegura Tejs Laustsen Jensen, Consejero Delegado de Hydrogen Denmark.
"Los taxis nuevos ayudarán a dar el empujón necesario al hidrógeno en las estaciones de servicio, un aspecto esencial para el desarrollo de la infraestructura. Por otra parte, los taxis son tecnología de hidrógeno sobre ruedas, por lo que resultan protagonistas de un área en el que la potente cadena de valor de proveedores daneses está entre las mejores del mundo", apunta Tejs Laustsen Jensen.