Teniendo en cuenta la tendencia global por la que cada vez más autos de gran potencia son eléctricos, a Dodge no le quedó más opción que dejar la tradición de crear muscle cars con motores V8, por más poderosos que sean, y sumarse a la electrificación.
Lo llamativo del asunto es que, con la llegada de las nuevas generaciones de los Challenger y Charger, Dodge iniciará su apuesta por la movilidad ecológica pero con una oferta exclusivamente eléctrica, es decir sin pasar por los híbridos.
Si bien todavía no existe una fecha exacta del debut de los nuevos deportivos a batería, todo parece indicar que en 2023 aparecerán los concepts de ambos modelos, mientras que las versiones de producción masiva llegarán en 2024, para comenzar las ventas en 2025.
En su próxima generación, los muscle cars de Dodge dejan la nafta. Sin embargo, la cantidad de potencia será superior, al rondar los 900 CV, lo que les permitirá acelerar de 0 a 100 km/h por debajo de los 2s. Por su parte, la autonomía promete superar los 800 kilómetros.
Con esta decisión, Dodge sigue los pasos de marcas como Ford o Chevrolet, que ya produjeron (en el caso del "Óvalo") o están en camino a hacerlo (la firma del "Moño") modelos eléctricos derivados de sus deportivos más famosos, como lo son el Mustang y el Corvette.