La Cordillera de los Andes fue el escenario elegido por Porsche para probar dos unidades experimentales del 911, preparados para realizar cosas extraordinarias. Y así lo hicieron en pleno continente sudamericano, al escalar el Nevado Ojos del Salado, el volcán más alto del mundo.
Previo a la aventura, los dos prototipos alemanes fueron probados en lugares "donde no hay caminos asfaltados, el aire es escaso, la temperatura es menor a 0º C y en donde la vida vegetal no existe", comentó la marca. Luego, tomaron rumbo hacia nuestra región, para llegar a la zona montañosa ubicada entre Argentina y Chile, y específicamente al sector localizado entre la provincia de Catamarca y el país trasandino.
Una particularidad de la travesía es que el equipo estuvo liderado por el piloto especialista en competencias de Resistencia Romain Dumas, quién, junto al resto de la tripulación, tuvo como objetivo era llevar al 911 a una altitud donde nunca había estado. Finalmente, el grupo se detuvo a los 6.007 metros de altura, con el 911 superando pendientes pronunciadas y zonas de hielo, temperaturas de -30 Cº y con la mitad de oxígeno en el aire que al nivel del mar.
Tras la experiencia, Dumas comentó: “Fue una aventura memorable y especial, en un lugar tan hermoso como imponente. ¡Supongo que hoy las únicas máquinas en todo el mundo más altas que las nuestras fueron los aviones! Para el equipo se trataba de aprender y, desde el primer momento, vimos que el auto era resistente y ágil. Fuimos muy exigentes y lo exprimimos al máximo desde el principio, pero se comportó como si estuviera en casa”.
Sobre el terreno, Dumas explicó: "A pesar de la gran cantidad de hielo y nieve que había en la cima del volcán, subimos a más de 6.000 metros, hasta el punto en el que las paredes heladas nos impidieron avanzar más. Estamos muy orgullosos de lo que el 911 fue capaz de conseguir por primera vez, ¡y ojalá tengamos la oportunidad de afrontar muchas más aventuras en el futuro!”.
El Porsche 911 experimental
La marca usó como base un 911 carrera 4S (992), y mantuvo el motor bóxer de seis cilindros turbo de serie, que desarrolla 450 CV, y que está acoplado a una transmisión manual de siete cambios, aunque con relaciones más cortas.
Desde ese punto de partida, los ingenieros del Centro de Investigación y Desarrollo de Porsche de Weissach, en estrecha colaboración con Romain Dumas Motorsport, le dieron rienda suelta a su creatividad para preparar el 911 de cara a las exigencias propias de la montaña.
Las dos unidades fueron equipadas con:
- Asientos de fibra de carbono
- Barras antivuelco y arneses (Para cumplir los requisitos de seguridad que exigió el proyecto)
- Ejes-pórtico para aumentar el despeje (se subió a 350 mm)
- Grandes neumáticos todoterreno.
- Protectores especiales hechos de fibra de aramida (material liviano pero sumamente resistente y que resbala sobre las rocas)
- Porsche Warp-Connecter
Dispositivo que permite un enlace mecánico entre las cuatro ruedas para permitir una carga constante en ellas
Incluso cuando están en los extremos del recorrido de la suspensión
Esto hace posible una capacidad de tracción máxima
A lo mencionado, también se le sumaron:
- Diferenciales con bloqueos manuales e intercambiables
- Malacate en parte delantera
- Sistema de refrigeración desplazado hacia arriba
- Mayor distancia entre ruedas y guardabarros.
Por último, vale mencionar que la carrocería fue pintada con dos decoraciones: una, con el mismo patrón de colores de Porsche Motorsport, que adorna el 963 LMDh; otra, con temática del 911 realizada por el equipo de diseño de Weissach.
Si te quedaste con ganas de más, a continuación te dejamos un video sobre la escalada, compartido por Porsche. Ahora te toca a vos: ¿Qué opinás sobre la travesía? Compartí tu punto de vista en los comentarios, siempre con respeto.
La aventura de Porsche en los Andes