Sin curiosidad, ideas e innovación, la humanidad viviría en la oscuridad. Esa curiosidad nos ha hecho enfrentarnos a todo tipo de cosas, pero a su vez, nos ha ayudado a volver nuestros días más fáciles, entretenidos, relajantes y seguros. Todo lo anterior es lo que desarrolla BMW en sus Tech Offices en Silicon Valley, California Estados Unidos.
Desde hace 25 años la marca alemana inauguró un centro de innovación tecnológica cerca del área en el que algunas de las empresas tecnológicas más grandes del mundo han prosperado.
Para hacernos una idea del trabajo que han desarrollado comencemos por mencionar que en 2001, ya habían producido un prototipo de acceso remoto al auto a través de un teléfono celular.
En 2004 fueron los primeros en integrar un sistema de compatibilidad con los siempre populares iPod de Apple, entre muchas otras cosas más.
Para lograr desarrollar todo lo que ha nacido en estas oficinas, BMW invirtió cerca de 800 millones de dólares en distintas compañías emergentes relacionadas al desarrollo automotriz, producción, cadena de suministro, sistemas de ventas más servicios, tecnología de la información y sustentabilidad.
Desde su creación ocho empresas de las más de 75 apoyadas por BMW han logrado salir a cotizar públicamente en la bolsa de valores, además de esta forma, BMW asegura ser prioridad para la colaboración con estas empresas para impulsar el desarrollo de sus productos y procedimientos.
Parte de ese éxito lo estamos viendo en la evolución de las baterías que tendrán una sexta generación en 2025 cuando se estrenen los modelos de la Neue Klasse. Este desarrollo hará que las baterías:
- sean más densas
- tengan una mayor capacidad de retención de energía,
- despliegue más sostenido
- mayor durabilidad
- menos peso y mejor seguridad.
Gracias a estos desarrollos, las baterías de sexta generación estiman un -30% de tiempo de carga, un -60% de emisiones de CO2 durante su fabricación, una extensión del +30% en autonomía y un -50% de costo en su producción.
Otro caso de éxito es el que ha logrado con Solid Power, uno de sus colaboradores, quien ya consiguió desarrollar las primeras baterías de estado sólido de nivel A1 para uso en aplicaciones automotrices y que podrían convertirse en la séptima generación de baterías para autos eléctricos.
La oficina también ha trabajado en una cantidad enorme de desarrollos en el área de realidad aumentada y realidad virtual. Desde mediados de los 2000, desarrollaron sistemas para desplegar información al estilo de un head up display en cascos para pilotos de F1; Ralf Schumacher pudo probar uno cuando competía por BMW Williams en esos tiempos.
A su vez, para Motorrad han creado lentes y cascos con mejores elementos que permiten más información y control de funciones para complementar la experiencia de manejo.
BMW también impulsa la creatividad de sus trabajadores para encontrar diferentes soluciones o funciones que puedan diferenciar a sus productos de los demás. Dentro de nuestra visita pudimos conocer prototipos de sistemas de aromaterapía que se complementan con iluminación dinámica y la capacidad de mezclar esencias y sonidos para relajar o estimular a los pasajeros o conductores de ciertos autos.
A su vez la integración de la realidad aumentada, permite manejar un auto de verdad en un ambiente completamente virtual, una experiencia increíblemente rara, pero impresionante. Esta es muy similar a la que vivimos con Cupra en Berlín y puedes verla en este video para que te hagas una idea de que te hablamos.
A grandes rasgos, las oficinas de Tecnología de BMW, son tan importantes como lo es la línea de producción o bien el cuartel general, pues desde estos espacios es donde se generan las ideas que le dan identidad a los autos de BMW y desde donde las siguientes generaciones de funciones revolucionarias que probablemente veremos en varios años más, ahora mismo están dando sus primeros pasos.