Fisker Automotive es un fabricante de autos estadounidense especializado en la fabricación de vehículos electrificados, y que actualmente no atraviesa su mejor momento, teniendo que recortar su número de trabajadores en alrededor de un 15%, y sufriendo de falta de recursos, que ponen en alerta roja a la compañia. “Carecemos de recursos suficientes para satisfacer sus necesidades durante los próximos 12 meses, que ponen en duda la capacidad de continuidad de nuestras actividades”, declaran los ejecutivos de la marca, pero todo podría cambiar.
Actualmente, la gama de Fisker está conformada únicamente por el Ocean, un SUV que podría considerarse como su "vehículo estrella" y en el que tienen puestas las fichas, pero sufrió varios contratiempos en su producción, y la entrega a sus clientes se vio afectada. De todos modos, la marca se muestra optimista y espera obtener entre 20 mil y 22 mil unidades vendidas de este modelo en 2024.
En caso de lograr unos buenos números con el Ocean, la marca presentó el año pasado los Pear, Ronin y la pickup Alaska, que podrían sumarse para reforzar su línea de productos.
De todas formas, al estar tan en la cuerda floja, la marca tuvo que salir a buscar otras alternativas, y finalmente podría haber una última esperanza, ya que Henrik Fisker, fundador de la empresa afirmó que está hablando con un fabricante y podrían estar a punto de cerrar una alianza; y los rumores apuntan a que se trata de Nissan.
Se cree que la oportunidad que tiene la firma nipona de invertir en Fisker sería con el objetivo de fortalecer el desarrollo conjunto de autos eléctricos, y sumar un lugar de fabricación en Norteamérica. Si bien Nissan es una marca avanzada en temas de electrificación, con la alianza podría ganar conocimientos, y desarrollar el impulsor de sus futuros vehículos eléctricos, como el del LEAF, que acaba de despedirse de la fábrica de Inglaterra.
Como dijimos, Fisker se dedica íntegramente a los EV´s, lo que permitiría que Nissan pudiera aprender más y trabajar en conjunto para ahorrar costos, y como la marca americana necesita salvación, sería un negocio justo para ambas empresas.