Pokémon se convirtió en una de las franquicias más grandes de la historia del entretenimiento, con un boom impresionante en los noventa y manteniéndose fuerte durante los primeros años del nuevo siglo, y su influencia fue tan grande que llegó hasta a la industria automotriz. Un claro ejemplo de esto es el “Pikabug”, un New Beetle adaptado para verse como el personaje más icónico de la franquicia japonesa: Pikachu.
Uno de los auges de Pokémon fueron los lanzamientos de los "Red", "Blue" y "Yellow" para la famosa consola Gameboy, y para publicitar sus nuevos juegos, Nintendo autorizó comprar 10 Volkswagen New Beetle en Estados Unidos, que luego recorrieron todo el país norteamericano en forma de publicidad.
Los 10 Beetles se compraron en Washington y posteriormente fueron enviados al estado de Missouri, donde una empresa privada se encargó de personalizarlos. Se les añadió una pintura “amarillo impactrueno”, franjas de color café, mejillas rojas, contrastes en negro alrededor de las luces como si fueran los ojos, y se le pusieron "orejas" hechas de madera.
La cola de Pikachu se hizo con espuma, pero debido a su falta de durabilidad, se cambió también por una de madera. Además, se le añadieron algunas calcomanías y en el baúl se podía encontrar una Nintendo 64 y una TV para que la gente que los viera pudiera jugar las versiones más recientes de los Pokémon de esa consola.
Una vez terminada la campaña publicitaria, los 10 Beetles tuvieron diferentes destinos, algunos perdiendo su personalización y otros simplemente cambiando de dueño con frecuencia.
En el caso del “Pikabug” de esta nota, fue comprado por una ciudadana estadounidense por 10.000 dólares, reparó algunos daños que tenía, y certificó que se trataba de uno de los 10 Beetle originales de esa campaña publicitaria.
Con el paso del tiempo, esta mujer comenzó a recibir ofertas por su auto, hasta que decidió mandarlo a subasta, donde calcularon que podría valer hasta 250.000 dólares. Sin embargo, un problema mecánico y algunos daños que recibió al ser trasladado hacia el lugar terminaron dándole una mala experiencia a la dueña.
Luego de estos problemas, la mujer decidió vender el Beetle por su cuenta, tal vez no pidiendo los 250.000 dólares, pero sí unos más que decentes 125.000, que son mucho más que los 10.000 que pagó en un principio.
Puede que sea un precio excesivo para un Beetle, incluso para las modificaciones sencillas que tiene, pero al fin del día la historia que lleva y el valor que le dan los fanáticos de la franquicia hacen que pueda rondar esas cifras. Recordemos que en algunas ocasiones, algunas tarjetas originales de Pokémon se vendieron hasta por más de 5 millones de dólares.
¿Qué te parece este Beetle de Pikachu?
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