La industria automotriz argentina tiene muchos vehículos históricos y recordados, y si bien ya repasamos muchos de ellos en nuestra sección Autos Clásicos de Argentina, aún no hablamos de la Renault Fuego, que compitió con las coupés de Ford como el Taunus o el Sierra. A continuación, te contamos la historia y las variantes más interesantes de la Fuego, además de algunos hitos en el automovilismo argentino.
Renault Fuego: Historia
La historia de la Fuego se remonta a 1976, cuando la marca del rombo quería desarrollar un reemplazo de los R15 y R17, que estaban basados en el R12, y así nace, cuatro años después, la Fuego, tomando la plataforma, motorizaciones, y diversos elementos del R18, pero adoptando un diseño aerodinámico (0,34 Cx). Dibujada por Michel Jardin, la silueta de esta coupé resultó muy característica gracias a su trompa afilada, líneas laterales que ascendían mediante un aplique negro, ventanillas de gran tamaño, manijas escondidas y la luneta curva, por ejemplo.
La Fuego era una Coupé de tres puertas y cuatro plazas (aunque las traseras eran acotadas), y no se trataba de “un sedán recortado”, sino un modelo completamente nuevo, diseñado desde cero.
Como curiosidad, la Fuego también se comercializó en Estados Unidos, con la particularidad de que algunas fueron Turbo, y tenían los retoques necesarios para las reglamentaciones de ese mercado, como los paragolpes prominentes. Entre 1982 y 1984, se vendieron más de 30.000 unidades.
La Fuego llegó a Argentina en 1981, en principio importada desde Francia, hasta que el 1 de julio del año siguiente se comenzó a fabricar en la Planta Santa Isabel, en Córdoba. En 1986, la Fuego se discontinuó en el exterior, pero al ver el éxito en el mercado argentino, la marca la renovó levemente y sumó versiones, estirando su vida hasta 1992. Ahora sí, pasemos a ver las etapas e hitos de la Fuego en Argentina.
Renault Fuego: primera etapa en Argentina (1981 – 1986)
Como ya dijimos, la Fuego llegó a Argentina en 1981, y un año después se empezó a fabricar en Córdoba, con una integración de piezas nacionales del 50%, que para 1983 llegó al 63%. El auto era estéticamente igual al vendido en otros países, manteniendo la silueta y las características del europeo, con la única diferencia que en el pilar C, la inscripción de la versión estaba en español.
Con respecto al diseño de la primera Fuego, dejando de lado los aspectos que la hacían única, siempre me resultaron interesantes los antinieblas delanteros de color amarillo, que estaban integrados al paragolpes de una manera muy peculiar, algo que hoy en día sería muy cuestionado, pero que creemos que, por alguna razón, a este auto le quedaban bien.
Interior Renault Fuego (en Argentina tenía asientos de cuero)
Si bien el diseño era exclusivo y se diferenciaba del Renault 18, en el interior había muchos elementos compartidos, como el torpedo y el instrumental, y en principio el volante era otro, ya que en el caso de la Fuego era de cuatro radios horizontales con apliques metálicos, y el sedán lo adoptó más adelante. En Argentina, todas las primeras Coupé Fuego tuvieron asientos de cuero.
En materia de equipamiento, la Fuego venía muy bien dotada, contando con elementos como levantavidrios eléctricos, radio AM/FM con pasacassette ¡con autoreverse!, aire acondicionado, ventanillas traseras pivotantes, entre otros. Para 1985, se incorporó la dirección hidráulica, y en otros mercados, una transmisión automática de tres relaciones.
Con respecto a las motorizaciones, la Fuego se vendió en una única versión en la primera etapa: “GTX 2 Litros”, y contaba con un 2.0 L de cuatro cilindros en posición longitudinal, inclinado a 15° y ubicado adelante del eje delantero. Este impulsor entregaba 103 CV, que eran enviados a las ruedas delanteras (uno de los puntos criticados por los “puristas”) a través de una caja manual de cinco relaciones.
Las prestaciones de la Fuego en su momento eran más que correctas para un auto de esa categoría: aceleraba de 0 a 100 km/h en 11 segundos y alcanzaba una velocidad máxima de 185 km/h; pero lo más interesante estaba por venir.
Cabe destacar que en otros mercados se ofreció también una opción 1.6 L turbo de 132 CV y 200 Nm, que en Argentina no se usó.
Renault Fuego: segunda etapa en Argentina (1986 – 1992)
Renault Fuego GTX 2.2, presentada en 1987
Si bien la Fuego se discontinuó en Francia para 1986, en Argentina se siguió ofreciendo, y para ese mismo año presentó algunas novedades en el interior, con un torpedo rediseñado, que ahora era más grande e incluía un reloj digital en la parte superior, además de las salidas del aire acondicionado y algunos botones para las luces.
Estéticamente, hubo algunos retoques leves en la parrilla, llantas, tapizados y algunos colores, pero para el ojo inexperto podía parecer el mismo auto.
Interior de la Fuego luego de las actualizaciones
Las novedades más importantes de la segunda etapa de la Fuego empezaron al año siguiente, en 1987, con la incorporación de una nueva variante “GTX 2.2”, que reemplazaba a la “GTX 2 litros”, y entregaba 116 CV. Con este motor, la Fuego aceleraba de 0 a 100 km/h en 9 segundos y alcanzaba una velocidad máxima de 193 km/h; una mejora considerable. Con la incorporación de esta variante, la Fuego fue el primer auto argentino en tener frenos a disco en las cuatro ruedas.
Fuego GTA
El siguiente gran paso de la Fuego se dio a fines de 1988, con la incorporación de la versión “GTA”, que si bien tenía el mismo impulsor que la GTX 2.2, adoptaba un rediseño estético compuesto por nuevos paragolpes con los antinieblas en su interior, partes bajas en color carrocería, espejos del Renault 21, luces delanteras completamente grises y traseras viniladas en negro, además de un leve spoiler en la base de la luneta, entre otros.
Fuego GTA Max
Por último, ya en la década del 90 y acercándose al final de su vida, se lanzó la variante más deportiva de la Fuego: “GTA Max”, que surgía de un desarrollo local por Oreste Berta, y si bien estéticamente se diferenciaban más que nada por la doble salida de escape y la inscripción trasera, su motor 2.2 L se exprimía hasta llegar a 123 CV, con los que alcanzaba los 198 km/h.
La Fuego se despidió de Argentina en 1992, y hasta ahora no tuvo un reemplazo directo, ya que no volvió a haber una Coupé deportiva de Renault, sino que todos fueron hatchbacks o sedanes, mientras que Alpine se encargó de revivir una Coupé con el A110; pero el legado de la Fuego no termina ahí.
Renault Fuego: literalmente un fuego en el automovilismo
La Coupé Fuego no solo tuvo un gran paso por Argentina con su modelo de producción, sino que en automovilismo fue uno de los autos más emblemáticos, logrando ocho títulos consecutivos en el TC2000 entre 1986 y 1993, es decir, en todos los años que compitió.
Los ocho títulos de la Fuego en el TC2000 fueron conseguidos por Juan Luis Guerra, Silvio Oltra y el recientemente fallecido Juan María “El Flaco” Traverso, que no sólo consiguió seis campeonatos con este auto, sino que terminó una carrera con el auto en llamas.
El 3 de abril de 1988, en el Autódromo de Río Negro, El Flaco logró una hazaña ganando la carrera con su auto prendido fuego (buen homenaje al nombre) y largando una nube de humo, manteniendo atrás a Silvio Oltra hasta el final, y bajándose del auto tranquilamente luego de cruzar la línea de meta. Una de las tantas locuras del Flaco.
Sin dudas, la Coupé Fuego es uno de los vehículos más emblemáticos de Argentina, y en sus 10 años de producción en el país, se hicieron 19.952 unidades, de las cuales aún hay muchas en buen estado, otras afectadas por el tuning, y algunas muy descuidadas, y las que están bien conservadas cotizan alto.
¿Tuviste una Fuego o conocés a alguien que haya tenido una? ¡Contá tu experiencia o anécdotas!
Juan María Traverso en llamas - Cortesía de Automundo