A principios de año, General Motors anunció una inversión de casi 1.300 millones de dólares para Brasil, de los cuales más de 220 millones seran destinados a la renovación de la línea de montaje y la producción de "un nuevo vehículo Chevrolet en un segmento aún no explorado por la marca en el país", que según los rumores podría ser un SUV anti Pulse basado en el Onix, pero ¿qué pasará con los modelos actuales?
Tanto el Onix como el Tracker están a la espera de una renovación, que según los rumores debería debutar el año que viene, y si bien la marca aún no da fechas y detalles, podría haber novedades muy interesantes en las motorizaciones. Te contamos los detalles.
Chevrolet Onix y Tracker ¿híbridos?
Al momento del anuncio inicial de la inversión, los medios brasileños le consultaron a la empresa si habría una parte destinada a la electrificación, y la respuesta fue que escucharían a los consumidores para saber qué querían.
Finalmente, según el medio Auto Industria, el Presidente de General Motors Sudamérica, Santiago Chamorro, confirmó que “los clientes quieren los híbridos”, y que esa tecnología podría ser la que conduzca al futuro 100% eléctrico al que apunta la empresa, por lo que ya nos estamos imaginando la posibilidad de que los Onix, Tracker e incluso la Montana puedan incorporar trenes motrices electrificados.
De ser implementadas las tecnologías híbridas, podríamos esperar algún sistema Mild Hybrid, que podría usar un motor eléctrico de 48V como ya hace el Chevrolet Monza (hermano lejano del Onix) en China, y que se acopla a unos impulsores 1.0 o 1.3, ambos turbo.
Chevrolet Monza (también podría anticipar el rediseño del Onix)
Recordemos que se espera que los motores turbo de los Onix y Tracker hechos en brasil reciban inyección directa a partir de la renovación, y aumentarían la potencia con menores consumos, efecto que se podría aumentar aún más si se acoplara un sistema MHEV. Es importante mencionar que los motores eléctricos de los sistemas Mild Hybrid tienen muy baja potencia (en este caso sería de alrededor de 10 CV), y sirven principalmente para ayudar al vehículo en las fases de aceleración y favorecer la regeneración de energía en las frenadas.
Como referencia, el 1.0 turbo con inyección directa y sistema MHEV del Monza produce 123 CV, mientras que el 1.3L con los mismos sistemas produce 163 CV. Aún no sabemos si se adoptará el 1.3 en vez del 1.2, pero podríamos ver algunas mejoras o evoluciones en el actual.
Por ahora, no queda otra que calmar la ansiedad y esperar para ver tanto la renovación de ambos modelos como las adaptaciones y nuevas tecnologías para sus motores (además del nuevo SUV), pero está claro que Chevrolet quiere entrar en la hibridación y no quiere que la competencia le gane de mano.
Test Chevrolet Tracker hecho en Argentina