Este año, el Porsche 911 Turbo cumple 50 años, y Singer, la casa de modificaciones y restauraciones, consideró que era la situación ideal para intervenir 25 unidades de la generación 930 de esta variante, siguiendo los elementos icónicos del modelo como la parte trasera ancha y el alerón de cola de ballena, y los resultados son increíbles. Demosle la bienvenida a los Singer Turbocharged.
Para crear estos vehículos, Singer trabajó de la mano con los propietarios de estos deportivos para darles un toque único, e incluso podemos ver uno con Slantnose o nariz plana, un kit que Kremer Racing lanzó en 1981 para transformar el frontal del 911 (y dotándolo de luces pop-up).
La marca no dio muchas referencias sobre el trabajo estético, pero vemos principalmente llantas modificadas, con el famoso diseño Fuchs de centro negro y aros plateados, calzadas en neumáticos Michelin Pilot Sport 4S. También se adoptan luces delanteras LED, que parece que se replicarán en las traseras.
Lo que sí menciona Singer es el motor, ya que se instaló una evolución del seis cilindros bóxer original, con mejoras como turbos de geometría variable e intercoolers de aire y líquido, logrando que este bloque entregue 510 caballos de fuerza.
La potencia se transfiere al eje trasero mediante una transmisión manual de seis cambios, y se agregaron elementos electrónicos como control de tracción y estabilidad, desarrollados por Bosch, para que estos deportivos no revivan el apodo de Widowmaker (creaviudas), por lo difícil que era controlarlos cuando acelerabas a fondo.
El precio de estas modificaciones no fue revelado, pero seguro suma varios miles de dólares, dependiendo de lo que cada cliente haya solicitado para su auto.
Lanzamiento en pista Porsche 911 992