El nombre “Nissan” puede traducirse como “producto del sol” o “nacimiento del sol”, dando sentido al ahora famoso logotipo de la marca que cuenta con 90 años de historia; pero, ¿cómo evolucionó desde sus orígenes hasta el motivo reconocido mundialmente que se ve hoy?
La historia se remonta a los años 30 del siglo pasado. Con el sueño de crear una sólida marca automovilística japonesa, Yoshisuke Aikawa, fusionó Tobata Foundry Co., Ltd. con Nihon Sangyo y Dat Motorcar Co. (cuyo predecesor comenzó a producir coches DAT en 1914). Tras la fusión, esta empresa unificada cambió su nombre a NISSAN, vendiendo modelos con los nombres Datsun y Nissan.
El primer logotipo de la marca Nissan aparece en 1933 que, heredero del diseño de Datsun, utilizó el mismo estilo de motivo de emblema: un rectángulo azul con el nombre de la marca inscrito en letras blancas, junto con un círculo rojo en el fondo que simbolizaba “un sol naciente”. De esta forma, el primer logotipo adaptó a primera vista el origen japonés de la marca, al estilo del disco rojo de la bandera de Japón.
Utilizado como identidad visual de Nissan durante la década de 1930, el primer logotipo de la marca se convirtió inmediatamente en algo icónico, perdurando incluso hasta 1970. A pesar de haber pasado por cuatro actualizaciones desde entonces, el logotipo siempre ha mantenido su vínculo integral con el legado y la cultura de la empresa.
Si mirás a los modelos de Nissan de esas décadas es posible que el logotipo oficial de la marca te resulte difícil de detectar y en cambio hay una amplia variedad de otros emblemas con estilos gráficos diferentes, que representan el nombre de la marca. Esto se debe a que los emblemas fueron evolucionando al mismo paso que los modelos de la marca.
Algunos de los mejores ejemplos de los cambios en el logo de la marca se dieron a mediados del siglo XX, por ejemplo el “NISSAN” en mayúsculas muy formales, algo habitual en la década de 1950, mientras que en los años 60 se sustituyeron por letra en cursiva. El cambio aportó una sensación de movimiento en una época en que la propiedad de un vehículo representaba prosperidad y mayor libertad personal, mientras que el toque más informal también hace un guiño a las actitudes más liberales.
En las décadas siguientes se volvió a ver el retorno a las letras mayúsculas en los emblemas de los vehículos de la marca, ya que las tendencias evolucionaron hacia los audaces años 80, más centrados en el negocio. Se vivía en una era con primacía del estatus individual y que definía toda una declaración: distintivos metálicos destellantes con tipos de letra gruesas. A menudo diferían de un territorio a otro, e incluso de un modelo a otro.
Para tener una fuerte presencia de marca a escala mundial en este milenio, Nissan necesitaba una identidad visual unificada. Adoptando un diseño monocromo metálico, el logotipo de la marca de 2001 se creó como símbolo de una industria moderna que también se trasladaría a cada vehículo, eliminando la práctica de recurrir a diferentes distintivos para cada modelo.
Ya en la década de 2020, con la entrada en escena de los autos electrificados, Nissan lanzó un nuevo logotipo simplificado, con un formato 2D más liso y de un solo color, con líneas más finas y una definición más nítida. El nuevo escudo de la marca, representa una nueva era de movilidad fluida, intuitiva y electrificada, adaptándose también a la era del smartphone, donde los estilos gráficos limpios destacan en las pantallas que llevamos en los bolsillos.
Test Nissan Leaf