A pesar de la llegada de la era eléctrica, los motores V8 siguen siendo un fruto noble para los fanáticos, y si bien su futuro está en la cuerda floja debido al downsizing y a la electrificación, todavía podemos disfrutar de ciertas joyas como el “Small block” de General Motors, que está cumpliendo 70 años.
Este icónico impulsor debutó en 1954, con una cilindrada de 4.3 litros, y el primer vehículo en el que se lo vio fue el Chevrolet Corvette de 1955, otorgando una potencia de 195 caballos de fuerza, cifra que hoy no sorprende (y menos viniendo de un V8), pero que en aquella época era más que respetable. Además, este impulsor se incluyó en las pickups Chevrolet Task Force contemporáneas (las predecesoras de las C10).
En un principio, el V8 “Small Block” de General Motors recibió el apodo de "Mighty Mouse", y con el tiempo, fue recibiendo mejoras, e incluso hubo versiones de 4.6, 5.4 y 5.7 litros, aunque nada se comparaba al enorme 6.6 L que apareció en 1970.
La serie original se usó en vehículos de producción hasta 2003, pero este propulsor se sigue fabricando en una subsidiaria de GM en Springfield, Missouri, bajo la marca "GM Genuine Parts", ya que sigue siendo muy solicitado para restauraciones y vehículos de competición.
El legado de estos motores continúa con los impulsores LS Small Block, que están en producción desde 1997, y dan vida a muchos modelos que van desde vehículos comerciales, hasta íconos como las Silverado y Suburban, el Corvette (en el que se alcanzaron cifras impresionantes), e incluso en el Cadillac CT5-V Blackwing; y sí, sigue siendo el favorito de los preparadores estadounidenses.
Este bloque es tan importante para General Motors que la firma confirmó que ya están desarrollando la sexta generación,que se se fabricará en las plantas de Michigan, Ohio y Nueva York; así que, a pesar de la era eléctrica, el V8 Small Block todavía tiene futuro por delante.
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