
La historia de la industria automotriz está llena de vehículos emblemáticos, que poco a poco fuimos repasando en nuestra sección Leyendas de la Industria, ya sea porque marcaron una época, porque innovaron en algún aspecto, por sus prestaciones, o por su diseño, y el ejemplo que te traemos hoy tiene un poco de todo.
Hace 25 años, BMW sorprendió al mundo con el lanzamiento del Z8, un bellísimo roadster que rendía homenaje al pasado de la marca, y que hoy es una de las piezas más deseadas de la firma alemana. En esta nota, te contamos su historia.
El nacimiento del BMW Z8
BMW Z07 Concept
Corría la década de los 90, una de las mejores épocas de BMW, con la llegada de las exitosas generaciones E36 y E46 del Serie 3, la recordada “E39” del Serie 5, el Serie 8 original, y mientras la marca se preparaba para adentrarse en el mundo de los SUV, se permitió desarrollar un modelo exclusivo y diferente, que rindiera homenaje a su pasado.
La idea de BMW era reinterpretar el emblemático 507 de 1956, pero con líneas y soluciones en ese entonces modernas. El encargado del diseño fue Henrik Fisker, y el primer resultado fue presentado en forma de concept en el Salón de Tokio de 1997, bajo el nombre “Z07”, una mezcla entre los modelos descapotables “Z” y “507”.
El concept tuvo tan buen recibimiento que, dos años más tarde, en el Salón de Frankfurt de 1999, se presentó el modelo de producción, que se lanzó en el 2000.
Así era el BMW Z8
Foto: BMWZ8.US
En materia estética, el Z8 era y es un auto hermoso -al menos a mi parecer-, de proporciones muy generosas, destacándose principalmente por el capot larguísimo, y la carrocería biplaza con los asientos cercanos al eje trasero. Entre las curiosidades del Z8, se pueden mencionar sus luces traseras, que en vez de funcionar a través de lamparitas, estaban compuestas por tubos de neón.
Entre los elementos que homenajeaban al 507, se pueden mencionar los siguientes:
- Doble parrilla ovalada y alargada
- Salidas de aire con el logo de BMW detrás de las ruedas delanteras
- Línea lateral a la altura del guardabarros y la puerta
- Guardabarros trasero bien marcado, entre otros.
Si bien de fábrica tenía un techo de lona retráctil eléctricamente, los compradores del Z8 también recibían uno rígido que seguía la línea del vehículo, y un soporte para ponerlo cuando no estaba en uso. Curiosamente, el proceso para poner y sacar el techo requiere de dos personas y una llave especial que venía con el auto, para ajustar o desajustar las tuercas que lo agarraban al resto de la carrocería.
En materia interior, quizás lo más llamativo del Z8 era el torpedo “envolvente”, con el instrumental en posición central, además del volante de tres radios compuestos por cuatro “barras” cada uno. A diferencia de otros modelos de la marca, el Z8 contaba con pocos botones en el habitáculo, que se limitaban a las funciones esenciales del vehículo.
A nivel mecánico, BMW eligió el motor V8 “S62” aspirado de 4.9 L del M5 E39, que no solo entregaba 400 CV y 500 Nm y producía un sonido precioso, sino que también iba asociado a una caja manual de seis relaciones, que enviaba la potencia a las ruedas traseras. El combo perfecto para los más fanáticos y puristas.
Otro de los aspectos destacados del Z8 era su perfecta distribución de peso 50/50, ya que el motor estaba ubicado entre el eje delantero y el habitáculo. Sus prestaciones declaradas eran:
- 0-100 km/h en 4,7 segundos
- 250 km/h de velocidad máxima (limitada)
- Sin el limitador llegaba en torno a los 290 km/h.
Así era el BMW Z8 Alpina
Por otro lado, en 2002, BMW aceptó que Alpina hiciera su propia “versión” del Z8, y el resultado fue algo interesante, porque en vez de llevarlo al extremo deportivo, decidieron enfocarlo más en el confort, utilizando un V8 de 4.6 L que entregaba 375 CV, y que iba asociado a una caja automática de cinco relaciones.
El fin del BMW Z8
Si bien el BMW Z8 tenía todo para ser un modelo limitadísimo, afortunadamente entre el 2000 y 2003 se hicieron 5.703 unidades, y más de la mitad fueron exportadas a EE.UU. Para los que les gustan los números exactos y las configuraciones, 3.182 unidades fueron plateadas, y el resto se dividió entre azul, rojo y negro.
A las 5.703 unidades producidas, hay que sumarle las 555 hechas por Alpina (que también terminaron siendo muy elegidos en EE.UU), resultando en 6.258 Z8 fabricados. En Argentina, hay algunos –pocos- Z8, pero como te imaginarás, son figuras muy raras de ver en la calle, y quizás tengas suerte de ver alguno en un evento.
Por último, es importante mencionar que el Z8 fue todavía más especial por su aparición en “The World is Not Enough”, la decimonovena entrega de la saga de James Bond, y también fue el Safety Car del MotoGP en 2002.
¿Conocías el BMW Z8 y su historia? Te invitamos a comentar qué te pareció en nuestras redes sociales, como siempre, fundamentando y sin agredir.
Test Drive BMW iX2 eléctrico
