Franco Colapinto rompió el silencio: "Las instrucciones del equipo siempre deben cumplirse”

Franco Colapinto eligió hablar. No lo hizo desde la reacción, sino desde la reflexión. A solo unos días del Gran Premio de México, el piloto argentino rompió el silencio que había dejado la polémica orden de equipo en Austin, donde desobedeció la indicación de no pasar a Pierre Gasly.

El mensaje del argentino fue corto, medido y contundente: “La situación del domingo se discutió internamente y está claro que las instrucciones del equipo siempre deben cumplirse, sin importar qué pase”. Con esas palabras, Colapinto cerró -al menos públicamente- uno de los capítulos más incómodos de su joven paso por la Fórmula 1.

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Foto: Prensa Alpine/ Sam Bloxham/LAT Images.

En Austin, Alpine había pedido al argentino ceder su posición ante Gasly, en una maniobra que generó ruido dentro y fuera del box. Colapinto decidió mantenerse en pista, convencido de su ritmo y de que podía terminar adelante. La orden, sin embargo, era directa. Lo que vino después fue un silencio tenso y una ola de interpretaciones que la escudería debió contener a contrarreloj.

Esta semana, desde el comunicado previo al Gran Premio de México, Franco habló con la serenidad que da el tiempo: “Estamos todos juntos y trabajando hacia el mismo objetivo, que es seguir mejorando en cada sesión y cada fin de semana de carrera.”

Sin excusas, sin ironía, sin fuego cruzado. Una señal clara de que el piloto entendió el impacto de su decisión dentro del equipo.

En la Fórmula 1 moderna, donde las comunicaciones se emiten en directo y los equipos funcionan como corporaciones de precisión milimétrica, la desobediencia es casi un sacrilegio. Colapinto lo vivió en carne propia, y aunque su rebeldía generó simpatía entre los fanáticos, dentro del paddock el episodio fue visto como un punto de inflexión.

México llega como un nuevo examen. El ambiente latinoamericano, el apoyo del público y la pasión de las tribunas del Foro Sol pueden ser bálsamo o presión. Colapinto lo sabe, pero no rehúye al desafío. “Estoy deseando correr en México. La atmósfera es siempre increíble. Será genial tener tanto apoyo durante el fin de semana.”

Alpine no pelea por puntos grandes, pero sí por reconstruir la cohesión interna. El talento de Colapinto es evidente, su velocidad también. Lo que busca ahora el equipo es otra cosa: madurez táctica, obediencia estratégica y una convivencia funcional con Gasly.

En una temporada donde la presión creció tanto como la visibilidad, México puede ser un punto de inflexión. No tanto en resultados, sino en relaciones.

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