A cuatro años de su lanzamiento, el Tesla Model S se pone al día con una serie de renovaciones en la carrocería, en el interior y en el sistema eléctrico.
Como parte de este facelift, este sedán eléctrico obtiene cambios sutiles pero que son fáciles de reconocer a primera vista. Lo primero que llama la atención es el rediseño de la parrilla y el paragolpes, ambos similares al Model X. Complementa este lavado de cara la reformación de los grupos ópticos de LED.
Aprovechando esta renovación exterior, Tesla también realizó algunos cambios en la cabina del Nuevo Model S. Ahora recibe asientos de nuevo diseño con la opción de ventilación y calefacción, el sistema de filtración de aire que remueve casi en su totalidad las partículas y nuevos acentos de madera. De manera opcional es posible agregar asientos forrados de cuero Nappa, techo de alcántara e iluminación LED.
Donde también existen cambios es en el sistema eléctrico que recibe una nueva batería de 100 kWh que sustituye a la de 90 kWh, esto le permitirá al vehículo incrementar su autonomía.