Tom Tjaarda, diseñador reconocido en toda la industria, murió a los 82 años luego de luchar contra una enfermedad los últimos días de su vida. Su legado, sin embargo, seguirá siendo parte de la industria automotriz.
Tjaarda tiene un profuso currículo y una carrera sólida. Se recibió de arquitecto en la Universidad de Michigan, y viró a los autos en su tesis, siguiendo los pasos de su padre John, otro gran diseñador de autos, responsable del Lincoln Zephyr. Así, el recién recibido se iría para Italia por recomendación de sus profesores, más precisamente a las casas Ghia y Pininfarina.
Entre algunos de sus proyectos más renombrados está el original FIAT 124 Spider. También encontramos el legendario DeTomaso Pantera, un deportivo único que combinaba la fuerza de un muscle car con el encanto y estilo de un exótico italiano. También se haría cargo del Ferrari 365 GT California y de la primera generación del Ford Fiesta.
Más tarde le daría formar al Lancia Y10, además de trabajar en proyectos de FIAT Brasil y los conocidos Zastava. Tras su paso por la marca turinesa se independizó, formando su propio estudio, donde trabajó sobre modelos como el Chrysler LeBaron, el interior del Lamborghini Diablo, el LaForza 4x4 y modelos más contemporáneos como el Qvale Mangusta o elaboraciones menores para FIAT, Saab, Spyker y Shelby, sin contar los prototipos que realizó para Mercedes, Chevrolet o Isuzu.
Sus diseños siempre fueron puros y elegantes, parte de lo aprendido en Italia. Aunque también supo enfrentarse a proyectos más austeros, como el Fiesta, el Y10 o el Seat Ronda, demostrando que podía darle personalidad y estilo a cualquier labor. Por todo esto, no quedan dudas de que se trata de una gran pérdida para el mundo automotriz.