Está de vuelta. La séptima generación del Chevrolet Corvette ZR1 será el más potente de la historia, y se lo merece. Al ser la última generación con motor delantero y tracción trasera, este modelo se merecía una honorable despedida. Recordemos que la próxima generación del Corvette tendrá motor central, tal como a Zora Arkus-Duntov le hubiese gustado entre los '60 y los '70, para pelear con el DeTomaso Pantera y el Ford GT40.
Bueno, basta de conjeturas ¿Qué tiene de especial este nuevo Corvette? Para comenzar, el motor es un LT5 V8 que genera la descomunal cifra de 755 CV y 969 Nm. Estas cifras se logran gracias a un compresor con mejor dinámica de enfriamiento, así como un sistema de inyección dual directa/on-port. La caja puede ser una manual de siete velocidades o una automática de ocho velocidades, siendo la primera vez que un ZR1 tiene esta opción.
Acompañado a esto, tenemos dos paquetes aerodinámicos de alto desempeño, trabajados minuciosamente en el túnel de viento. Este desarrollo incluye un gran alerón opcional ajustable en dos posiciones que ofrece 430 kg extra de carga, diseñado para lograr los mejores tiempos de vuelta. El alerón más pequeño original, por otro lado, tiene como objetivo ayudar a que el ZR1 logre fácilmente su velocidad máxima de 338 km/h, incluso con un 70% más de grip que en un Z06. Todos los modelos llevan además un spoiler frontal para mejorar la aerodinámica todavía más.
El paquete ZTK con el alerón de competencia, incluye splitters frontales de fibra de carbono, neumáticos Michelin Pilot Sport Cup, ajustes de chasis especifico, que incluye el anclaje fijo del alerón directamente a la estructura del auto y suspensión Magnetic Ride ajustable. Ya que hablamos de la parte frontal, éste es completamente nuevo, con nuevas tomas de aire que ayudan a canalizar aire a los 13 radiadores que emplea el ZR1, los encargados de enfriar el motor. Como en el ZR1 anterior, el capo de fibra de carbono deja ver parte del motor en la zona central.
Para finalizar, el ZR1 ofrece además un paquete estético llamado Sebring Orange, que le da protagonismo al color naranja en la carrocería, las pinzas de freno y los detalles en el interior del habitáculo. Esto se complementa con los asientos de cuero que pueden personalizarse con agregados de gamuza, climatización completa en los asientos y, de forma opcional, un volante con detalles de fibra de carbono y asientos de competencia. Como si fuera poco, también se luce una computadora que almacena la telemetría de pista y un sistema de audio Bose premium, en caso que te aburra el sonido del V8.