Dusseldorf, Alemania. Confieso que, desde que se lanzó en 2009, es complicado aceptar un Porsche de cuatro puertas, como en su momento lo fue con la Cayenne.
Pero con el Panamera algo pasaba. El manejo siempre me pareció excelente, potente, estable y muy bien compensado, pero, sencillamente no me gustaba la forma que tenía la parte de atrás. Desde el interior lo sentía demasiado compacto, me parecía que había poco lugar cabeza. Y ahora…
Ahora puedo decir que el Panamera Sport Turismo cambió mi perspectiva. Es cierto que soy un fan de los shooting brakes y éste me pareció muy bien logrado. Finalmente, hay un Panamera para todos los gustos.
Históricamente, Porsche había desarrollado algunos intentos de mezclar una coupé y un hatchback. Probablemente todo comenzó con la propuesta de un 911 S extendido, en 1970, pero los prototipos que más se asemejan al concepto del Panamera Sport Turismo son dos distintos modelos del 928. El primero de ellos fue el concept 928-4, de 1984, que con una plataforma 250 mm más larga buscaba ofrecer espacio para cuatro pasajeros y cuyo diseño era el de un shooting brake. Y el otro fue el concept 928 H50, de 1987, con una noción mucho más similar a este nuevo Panamera, al tratarse de un cuatro puertas con un diseño inconfundible.
El Sport Turismo es una nueva variante del Panamera que mantiene el ADN de la marca, un diseño único y cuyo cambio más destacable está del pilar B para atrás, con un toldo largo y más elevado que permite un acceso más amplio para los pasajeros de la parte trasera. El toldo del Panamera Sport Turismo se extiende como un alerón adaptativo, y tiene tres distintas etapas o posiciones. Además puede crear una carga de hasta 50 kg para el eje trasero.
Siempre es grato manejar un Porsche. Y ni que hablar de las Autobahn alemanas, sin límite de velocidad. Tomamos como base la ciudad Dusseldorf, con la idea de visitar ahí mismo el Classic Remise, un centro para autos clásicos, viajar hacia Nürburging y, para cerrar con broche de oro, ir a Essen por al menos un par de días para asistir a Techno-Classica Essen, el mejor evento de autos antiguos.
Der König der Autobahn
La primera vez que salimos en el Panamera Sport Turismo lo hicimos en uno de los trayectos más del viaje. Estábamos ansiosos por salir de la ciudad y pasar los 50 Km/h. Ahí era el momento de disfrutarlo de un modo ‘Normal’, con la suspensión más suave y la mayor altura viable para el auto. El arranque no resulta tan brioso mientras se oprima de forma gentil el acelerador (ojo que esos 550 caballos de fuerza están listos para el momento en que vaya el pedal al fondo). En ciudad, los cambios de la transmisión PDK de octava eran a revoluciones más bien bajas, siempre buscando optimizar el consumo de combustible de ese poderoso V8 biturbo de 4.0 .
Cuando llegamos a los caminos más rápidos, de inmediato lo llevamos a modo ‘Sport’ para que estuviera más despierto. Las reacciones cambian considerablemente y la transmisión es un poco más permisiva con las revoluciones para que la respuesta sea más ágil. Las velocidades máximas del camino eran de 80, 100 y 120 Km/h, hasta que llegaba esa señal que indica que comienza la zona sin límite.
Cambiamos el modo de manejo a ‘Sport Plus’ mediante un fácil comando del volante y la respuesta es otra. Las revoluciones se van más arriba aún para obtener respuesta inmediata. Íbamos con el resto de los rápidos del carril, a alrededor de 150 y 180Km/h según el tramo. Incluso, en momentos en que los distintos ritmos de los conductores liberaban el carril izquierdo acelerábamos hasta alrededor de los 240Km/h.
La respuesta y recuperación de este Panamera Turbo ¡es simplemente sorprendente! La mejor forma de comprobarlo es haciendo Launch Control, sin importar sus poco más de dos toneladas, te pegás al asiento de una forma impresionante. Claro, según la marca, consigue el 0 a 100Km/h en sólo 3,8s y tiene una velocidad máxima de 304Km/h.
Conforme cambiamos el modo, el Panamera se vuelve otro auto, especialmente en la respuesta y lo permisivo que se vuelve con las revoluciones, el volante se endurece un poco y la dirección es aún más precisa, mientras que la suspensión tiene una mayor firmeza. Hay una cuarta selección, denominada ‘Individual’, que le permite al conductor ajustar las condiciones de manejo a sus necesidades.
¿Y adentro qué tenemos?
Su interior es sin duda el de un auto muy lujoso. Lo más importante es que no pierde la esencia Porsche, manteniéndose como un buen deportivo. Cuenta con una pantalla táctil Full HD de 12,3”, desde la cual pueden controlarse múltiples. Por ejemplo, el sistema Porsche Connect Plus, equipado de serie, permite acceder a servicio en línea e Internet y proporciona información del tráfico en tiempo real. Al mismo tiempo, en una de las dos pantallas Full HD de 7” alrededor del tacómetro, tenemos los límites de velocidad del lugar por donde circulamos.
Desde la pantalla central podemosajustar el modo de manejo o la altura del vehículo. Dadas las dimensiones del Panamera (5.049 mm de longitud, 2.165 mm de ancho con espejos y 1.432 mm de alto), la pantalla resulta también un gran aliado como asistente de estacionamiento, ya que permite visualizar los puntos de riesgo y ayuda bastante durante las maniobras apretadas. Por su parte, la consola central ofrece algunos mandos análógicos que controlan las funciones principales del auto.
El Panamera es un auto para manejar uno mismo, pero siempre habrá quien requiera viajar en la parte de atrás. La segunda fila es algo cansadora en trayectos largos, a pesar de que el espacio no es muy limitado. Considero que la posición es algo tiesa y con el toldo relativamente cerca de la cabeza. Pero en el Sport Turismo es mucho más cómoda, ofrece un mayor espacio e incluso ofrece una configuración 2+1 para el asiento trasero. Incluso el área de carga se ve beneficiada al ofrecer una capacidad de 520 L (35 más que el Panamera), aunque si se le comparara con un station wagon no es tan espacioso.
El Panamera Sport Turismo se ganó un lugarcito en mi corazón, físicamente es ahora mucho más de mi agrado y, por tratarse de un Turbo, su desempeño es simplemente excepcional. A menudo pareciera que vas en un deportivo de menor tamaño, e incluso hay momentos en los que al mirar por los espejos laterales ves un parecido con el 911…