Audi presentó mundialmente a la Q8, y así entra de lleno en el segmento de las SUVs grandes que BMW inauguró hace unos años con la X6 y que Mercedes-Benz siguió con la GLE Coupé.
¿Una Q7 deportiva?
Con un tamaño similar al del Q7 (4,986 mm de largo), esta nueva integrante de la familia Q luce una carrocería un poco más baja (41 mm) para generar ese estilo coupé. Es por eso que vemos la caída del techo, algo pronunciada, en la parte posterior. Evidentemente, esta postura permite que la Q8 tenga un look mucho más deportivo que su hermana menor.
Otro aspecto a resaltar es que la distancia entre ejes de 3 metros ofrece un generoso interior, más amplio que el de sus rivales directos. Junto a este gran espacio, los pasajeros de la fila posterior disponen de tres asientos individuales con regulación longitudinal. Respecto al volumen del baúl, tenemos capacidad de 605 L, o 1.755 L con la fila de asientos replegada.
Nuevo lenguaje de diseño
A nivel estético, la Q8 no sólo luce distinta a la Q7 por la idea coupé, sino también por los elementos que la conforman. Lo primero que salta a la vista es la parrilla octogonal y la forma de las luces LED (la tecnología HD Matrix LED es opcional), que se presentan como el nuevo lenguaje de diseño de la marca.
También llama la atención el contorno de los guardabarros, que alojan unos neumáticos y llantas de 22". Los trazos marcados en la carrocería denotan un aspecto más agresivo. Tanto el spoiler, las molduras de los guardabarros y de las puertas, así como el difusor, llevan color de contraste para acentuar el aspecto todoterreno.
Manejo superior
Como era de esperarse, la tecnología quattro es parte de esta SUV. Por medio de un diferencial central mecánico, la fuerza es transferida entre los ejes delantero y trasero en una proporción 40:60. Cuando es necesario, envía la mayor parte de la potencia al eje que disponga de mejor tracción. Lo anterior, junto con un despeje de 254 mm, los voladizos cortos y el control de descenso de pendientes, le permiten a la Q8 ir sin complicaciones fuera del asfalto.
Para hacer de la conducción lo más placentera posible, la suspensión lleva de serie un sistema de regulación de dureza. Esto puede mejorar si se elige la suspensión neumática adaptativa con ajuste de confort o deportivo, que puede variar la altura de la carrocería hasta 90 mm dependiendo de la situación de manejo y de las preferencias del conductor.
Un elemento interesante es la dirección progresiva y el eje trasero direccional (opcional), que a bajas velocidades permite un ángulo de giro en las ruedas traseras de hasta 5º en dirección contraria a las delanteras para mejorar la agilidad. En cambio, a velocidades elevadas, las ruedas del eje trasero giran en el mismo sentido que las delanteras, lo que favorece la estabilidad.
Sin importar la elección del motor, un V6 naftero o gasolero, ambos son altamente eficientes gracias a la tecnología Mild-Hybrid (MHEV) compuesto por un sistema eléctrico de 48v, una batería de iones de litio y un alternador. Al frenar, esta tecnología puede recuperar hasta 12 kW de energía, que se almacena en la batería. Esto permite circular en modo inercial con el motor desactivado, y que el sistema start-stop entre en funcionamiento a 22 km/h.
Moderno y atractivo
En el habitáculo, además de una cabina espaciosa hay una atractiva arquitectura con un diseño moderno y materiales de alta calidad. Entre las opciones se incluyen asientos con función de masaje y ventilación, aire acondicionado de cuatro zonas y el paquete air-quality para purificar el aire.
Podemos destacar el cuadro de instrumentos digital Audi virtual cockpit con una pantalla de 12,3" y el MMI touch compuesto por dos pantallas, la superior de 10,1" para la navegación y la parte multimedia; y la inferior de 8,6" para la climatización, el confort y la entrada de texto.
Construida en Bratislava, Eslovaquia, la nueva Audi Q8 recién legará a Alemania y otros países de Europa a fines de año... por lo que si querés saber qué pasa con Argentina... bueno, te recomendamos esperar.