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Test drive

Prueba Renault Captur 1.6L manual y automática: Los extremos se unen

El SUV del rombo lanzó sus versiones de entrada y tope de gama, ambas con el mismo motor, probamos las dos.

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Normalmente cuando se lanza un nuevo producto, la marca nos ofrece para probar la versión más equipada, pero en este caso, Renault lanzó dos nuevas  versiones de la Captur, la entrada de gama o Life y la tope de gama (Intens) con caja automática. Ambas versiones tienen algo en común, utilizan el motor 1.6L, así que acá vamos con una prueba a los dos extremos del SUV francés.

Cuestión de motor

Ambas versiones utilizan el motor 1.6L

La Renault Captur se ofreció originalmente con el 2.0L 16V de 143 CV y 193 Nm atado a una caja manual de 6 cambios. La nueva versión de entrada de gama viene con el 1.6L 16V de 115 CV y 156 Nm asociado a una caja manual de 5 relaciones. Lo curioso llega con la variante automática que se coloca en el tope de la gama con una transmisión CVT (por variador continuo) que se asocia al motor chico, mientras que la manual Intens manual conserva el dos-punto-cero.

Según la marca las 1.6L necesitan 13,4 (MT) y 14,3 (AT) segundos para el 0 a 100, y alcanzan 168 km/h, mientras que las manuales requieren 10,3s y rozan los 186 km/h de velocidad máxima.

Diseño: Las diferencias exteriores

Las principales diferencias estéticas entre la base y el tope de la Renault Captur son fáciles de apreciar, hay un labio metalizado en la parte baja del paragolpes y unos rompenieblas adentro de la C de LEDs, pero lo más visible está en el techo en tono diferenciado de la carrocería.

lo más visible está en el techo en tono diferenciado

Otras diferencias están en las llantas de aleación que pasan de 16” con caucho 215/65 a 17” con cubiertas 215/60. Atrás aparece nuevamente un labio metalizado en la parte baja del paragolpes y hay más cromo, especialmente en borde del portón y en la moldura que va sobre la patente.

Interior: moviéndose en los extremos

Acá la base es la misma, un tablero de plásticos rígidos al tacto, pero que se siente bien hecho y sólido, en gran parte gracias a la baja cantidad de uniones y buen trabajo de texturas. Todas las Captur tienen el mismo problema, la tapa de la guantera de la parte alta del tablero está mal ajustada y no cierra pareja. En ambos casos el encendido es por botón con llave tarjeta y el equipo multimedia es idéntico, con GPS, pero sin Mirror Link.

Respecto del equipamiento, compará las versiones de la Captur haciendo click acá.

En las diferencias tenés la parte central de tablero, mientras en la entrada de gama hay un sutil bisel negro, en la tope tenés un desfile de negro piano y cromo. Además, la versión Intens tiene un bello climatizador automático mientras que en la Life sistema es manual con pequeñas perillas. El punto más notorio está en los tapizados, no tanto porque la full tiene cuero que se repite en un sector de las puertas junto con decorados en piano, sino porque en las contrapuertas de la base no hay ni un poco de tela.

Obviamente en los asientos traseros de ambas Renault Captur sobra el espacio y el baúl es realmente grande, además de estar bien terminado, podés verlo junto con el auxilio en el video de la prueba.

Seguridad democrática

todas las versiones cuentan con cuatro airbags y ESP

Acá todas las versiones cuentan con cuatro airbags (frontales y laterales delanteros), ESP, cinco cinturones de tres puntos y cinco apoyacabezas. Así toda la gama obtuvo  4 estrellas en protección de adultos y 3 para niños en las pruebas realizadas por Latin NCAP.

Comportamiento dinámico

Una cosa son los números de aceleración y velocidad máxima que te dejé más arriba, y otra es cómo se sienten en el uso diario. En el caso de la versión manual, esperaba que fuera tremendamente lenta, sin embargo la buena distribución del empuje desde bajas vueltas y una caja de relaciones acertadas te dan un correcto desempeño.

Saliendo a la ruta, las cosas comenzarían a complicarse ya que además de tener 28 CV y 37 Nm menos respecto de la Captur 2.0L, también tiene un cambio de desventaja. Efectivamente para ir a 120 km/h reales (unos 124 de velocímetro) necesita 3.500 rpm, pero acá entra otro sin embargo… Sin embargo, está bien insonorizado permitiéndote viajes largos en paz. Obviamente vas a tener que pensarlo bien antes de pasar un camión en la ruta.

esperaba que fuera tremendamente lenta, sin embargo

En el caso del Renault Captur con caja CVT en ciudad el andar es más fluido ya que el sistema continuo variable no tiene saltos entre cambios, porque no tiene cambios fijos. Por otro lado, en ruta a 120 km/h reales (unos 125 de velocímetro) viaja entre 2.000 y 3.000 vueltas dependiendo de la inclinación del camino. A la hora de un sobrepaso, la aguja del tacómetro se va hacia arriba, pero comienza a simular el paso de cambios para evitar la sensación de “chicle” propia de estas cajas.

Pedalera y selectora de cambios tienen tacto y precisión correctos, mientras que la dirección es peculiarmente pesada en bajas velocidades; no es una queja, es una curiosidad ya que en este tipo de vehículos se tiene a sobreasistirla a velocidades de estacionamiento. Las suspensiones hacen un buen trabajo, aunque resultan algo secas, especialmente en la versión CVT con menor perfil de caucho para amortiguar las pequeñas imperfecciones. La contracara está en ruta, donde se siente buena estabilidad.

Consumos: un litro de diferencia

En cuanto a la cantidad de nafta requerida a cambio, la versión 2.0L habíamos medido 12,1 L/100 km en ciudad y 8,0 L/100 km en ruta. En este caso, la 1.6L manual pidió 10,9 L/100 km en ciudad y 8,4 L/100 km a 120 km/h (reales) mientras que la CVT requirió 9,9 L/100 km en la urbe y 7,4 L/100 km a 120 constantes.

 

Consumos Renault Captur 2.0L Vs 1.6 MT Vs. 1.6 AT

Renault Captur

2.0L

1.6L MT

1.6 AT

Ciudad

12,1 L/100 km

10,9 L/100 km

9,9 L/100 km

120 km/h

8,0 L/100 km

8,4 L/100 km

7,4 L/100 km

Conclusiones

La Renault Captur comparte plataforma con la Duster, pero se sitúa por encima de esta, ya sea por precio, calidad y diseño. Es por esto que a mi entender, no debería tener el motor chico, sino uno más moderno. Sobre esto, la versión Life de entrada es muy austera en decorados y otras amenidades en la cabina, no así la Intens que te hace sentir que valió la pena pagar ese plus.

La segunda curiosidad es que la versión automática tenga el motor chico convirtiéndola en la más lenta y cara, creo que con un precio más cercano a la Zen (intermedia) sería más correcto.

a mi entender, no debería tener el motor chico

En el lado positivo tenemos la seguridad de serie en toda la gama, así como el espacio, y el diseño que es uno de los grandes argumentos de venta para el público de los SUV o Crossover. ¿Te alcanza? ¿Te satisface? Eso siempre es una decisión personal, por eso nosotros te contamos lo que nos parece para ayudarte en tu búsqueda, por eso, haciendo click acá vas a poder ir directo al Catálogo de Autocosmos donde vas a tener gama, precios, fichas técnicas, equipamientos y más de este y todos los autos a la venta en Argentina.

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