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Prueba Citroën C4 Cactus, agora made in Brasil

¿En qué perdió, en qué ganó? Analizamos todo en este test al tope de gama 1.6 THP Shine de 165 CV.

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Arranquemos con un breve repaso histórico, el Citroën C4 Cactus fue visto por primera vez como concept en el Salón de Frankfurt de 2013 (ver). Un año más tarde llegó su presentación como modelo de producción y a mediados de 2017 aterrizó en Argentina (ver). A fines de ese mismo año la marca lanzaba la renovación en Europa y para mediados de 2018 empezó a calentar el ambiente para la llegada de la versión producida en Brasil.

el C4 Cactus reemplaza al C4 hatchback en Europa

Un par de datos interesantes, en el país vecino nunca tuvieron el modelo original; y segundo: Citroën no es muy popular en Brasil, por eso tiene puestas casi todas sus esperanzas en este modelo que está destinado a ser el más vendido de la marca en la Región. Y te agrego un dato más, el C4 Cactus reemplaza al C4 hatchback en Europa (allá no se comercializa el C4 Lounge).

Diseño: cambios que se ven

Citroën tiene la extraña tradición de romper el molde con alguna solución que según ellos representa una mejora radical… tan radical (como el volante de centro fijo) que a la siguiente encarnación la abandonan. En este caso se cansaron de hablar de las cualidades de los Airbumps (esos “blisters” protectores) que en el rediseño C4 Cactus dejaron de estar inflados, se redujeron a la mínima expresión y desaparecieron de los paragolpes.

Las ventanillas traseras ahora son convencionales

En el frente se mantiene la estética de faros desdoblados (LED, principal, rompenieblas) pero aparece una parrilla superior que prolonga el doble chevron hasta los laterales para integrar las luces de circulación diurna. La parrilla principal es más grande, aparecen nuevos protectores de rompenieblas y falsas entradas de aire en sus laterales. Atrás el mayor cambio está en los faros más alargados que invaden el portón y tienen una gráfica estilo C4 Picasso.

El cambio más notorio respecto de la versión europea está en las puertas traseras, puntualmente en las ventanillas que dejaron de ser basculantes para ser convencionales… en Europa no se consigue.

Interior: cambios que se sienten

Fiel al estilo de Citroën, el C4 Cactus original encaraba el diseño interior de manera muy personal que no a todo el mundo le gustaba. Ahora se volvió más convencional, con un tablero nuevo que eleva las tomas de aire y coloca más abajo la pantalla multimedia. Atrás quedaron los plásticos mullidos, ahora son duros al tacto y por secciones no parecen tan sólidos, dejando para la parte frontal un recubrimiento engomado.

Atrás quedaron los plásticos mullidos

Uno de los cambios más interesantes es el del cuadro de instrumentos que pasa a ser el mismo del C4 Lounge. Si bien lo criticamos en el sedán, acá respeta el espíritu del modelo y corrige dos cosas que le habíamos criticado en su momento: ahora da más información y tiene visera que te permite verlo cuando da el sol.

Otro cambio interesante está en los asientos que pasan de ser esos sillones cuadrados estilo avión a unos más convencionales donde se nota el espero que se puso en el confort. El volante sigue siendo “no redondo”, pero con otros comandos en la parte interna, y el climatizador queda incluido en el equipo multimedia, algo que limpia la vista, pero que complica el uso.

Asientos traseros, baúl y auxilio

Debido a su enfoque más crossover que SUV (techo relativamente bajo) el Citroën C4 Cactus parece chico. Lo cierto es que su distancia entre ejes es la más larga de la plataforma PF1 (C3, 208, 2008) y con 2.600 mm supera a modelos como Tracker y Ecosport (queda por debajo de Captur y HR-V) lo que te da muy buen espacio para las piernas atrás. Sobre eso se suma un buen despeje para cabezas como mostramos en el video de la prueba que acompaña a este test.

La distancia entre ejes supera a varios modelos del segmento

Se nota que al ser más corto que varios de sus rivales, el espacio cedido a las plazas traseras se tomó prestado del baúl. Ojo, los 310L declarados por la marca suenan a menos que la capacidad real, a la que le critico el borde de carga alto. El auxilio es un 185/60 R15 y esto implica que no solo es más angosto, sino que tiene mejor diámetro que los 205/555 R17 titulares (ver video).

Seguridad: bien dotado ;)

Todos los C4 Cactus incluyen ESP

El primer dato curioso es que el airbag del acompañante se movió del techo (si, estaba en el área del parasol) hacia su convencional lugar del tablero. Hablando del tema, el Citroën C4 Cactus 1.6 VTi Feel de entrada de gama tiene 4 airbags, el resto 6, y todos incluyen Isofix, 5 apoyacabezas y cinturones de 3 puntos, Control de Tracción (TC) y de Estabilidad (ESP), detector de sub inflado de ruedas y luz de curvas por medio delos rompenieblas. El 1.6 THP Shine acá probado suma discos traseros y asistentes de cambio involuntarios de carril y de colisión inminente, en este caso con detección de peatones y autofrenado (Active Safety Brake), sistema que probamos en el video de este test.

Comportamiento dinámico: confort en movimiento

A la espera de unidades con el 1.6L VTi de 115 CV, probamos este 1.6 THP con 165 caballos asociado a una caja automática de sexta. La tracción es exclusivamente delantera y en este caso tenés el Grip Control que maximiza la tracción según distintos terrenos con baja adherencia.

la recuperación 80 – 120 km/h necesitó 6,50 segundos en D

En ciudad es todo lo que esperabas, andá tranquilo, va tranquilo, pisá el acelerador y salís disparado hacia adelante. Respecto del calibrado del chasis, está claramente enfocado hacia el confort, pero con un correcto compromiso con la estabilidad, no nos olvidemos que el Citroën C4 Cactus tiene 220 mm de despeje que requieren control de la carrocería para mantener la estabilidad. ¿Cómo queda? El resultado es parecido al del C3, se inclina mucho hacia adelante cuando frenás y bastante hacia atrás cuando acelerás, pero en curvas rola mucho menos de lo que esperabas. Adicionalmente, vas a tener que pasar con saña por un pozo, badén o lomo de burro para que toque abajo.

En ruta viaja bien plantado y la dirección, que era híper-blanda en la urbe, toma la consistencia necesaria. A 120 km/h reales (unos 125 km/h de velocímetro) ronda las 2.000 rpm (el tacómetro va de 500 en 500) y hay más que suficiente paz en la cabina. Si querés acelerar, simplemente pisá el acelerador, la caja se va a tomar un instante para decidir si baja uno o dos cambios y estás volando. Para hacerte una idea en la recuperación 80 – 120 km/h necesitó 6,50 segundos en directa y 6,05 segundos colocando manualmente 3º.

Consumos ¿Cuánto pide a cambio?

Tener la reacción de esos 240 Nm y una caja automática reclama un precio, en este caso no es exagerado con 10,9 L/100 km en ciudad y de 7,3 L/100 km a 120 reales constantes.

Conclusiones

En esta nueva piel y origen made in Mercosur el Citroën C4 Cactus se adaptó para tener más amigos dejando de lado los elementos menos convencionales (o más controversiales) y adaptándose a la realidad de costos del Mercosur. Esto implica que sacó los voluminosos Airbumps y que sumó ventanillas traseras, pero que perdió en calidad percibida e incluso que nos despidamos del 1.2L Pure Tech, aunque se gane el 1.6 THP en el tope de gama.

adaptándose a la realidad de costos del Mercosur

¿Tiene todo lo necesario? ¿Preferís otro SUV/Crossover en el segmento B? Esa justamente es una decisión tuya, nosotros te contamos lo que nos pareció el renovado Citroën C4 Cactus y te dejamos el link al comparador de Autocosmos (click acá) para que vos tomes tu mejor decisión.

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