Algunas marcas de auto hace rato ya que tienen sus estrategias armadas con respecto a la electromovilidad. Muchos se están aliando con otras marcas, otros están haciendo experimentos híbridos y también están los que ya partieron. Pero hay marcas más pequeñas, más lentas. Ese es el caso de Subaru, quienes, aunque tienen algunos modelos híbridos, la verdad es que no son lo suficientemente sólidos como para sustentar una oferta potente.
Por fortuna, en Subaru ahora tienen de amigos a Toyota, quienes el año pasado acrecentaron su participación en la empresa de las pléyades. Esto significa que las sinergias tecnológicas serán mayores y en el caso de Subaru, muy beneficiosas.
Lo primero, según declaró Subaru en una conferencia, hace poco, es el desarrollo de un modelo hibrido como tal (strong hybrid, le llaman) con tecnología de Toyota y que podríamos conocer durante esta década. Sobre lo mismo, el jefe del departamento de tecnología, Tetsuo Onuki, relaja a los fanáticos: "Aunque estamos usando tecnología de Toyota, queremos hacer híbridos que sean distintivos, con identidad Subaru. No se trata solo de reducir emisiones de CO2. Tenemos que mejorar los estándares de seguridad y seguir mejorando el performance de nuestro sistema AWD"
Para el 2030, el 40% de las ventas de Subaru a nivel mundial deberían venir de modelos electrificados. Para el 2035, ya todos los modelos de la marca deberían tener algún tipo de electrificación, sea total o parcial. Y eso significa que poco a poco habrá que ir despidiéndose del legendario motor Bóxer. De hecho, ya para el 2025 deberíamos ver también el primer modelo 100% eléctrico de la marca, en conjunto con Toyota, en una plataforma dedicada que están desarrollando en conjunto.