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¿Es cierto que los neumáticos y frenos de un auto contaminan más que el motor?

Una empresa especializada en la medición de emisiones investigó sobre el tema y llegó a una conclusión tajante.

¿Es cierto que los neumáticos y frenos de un auto contaminan más que el motor?

Por increíble que parezca, se descubrió que la contaminación originada por el desgaste de los neumáticos y frenos de un auto puede ser 1.000 veces peor que las emisiones generadas por el motor de combustión interna.  

La contaminación de neumáticos y frenos no está regulada

De acuerdo con una investigación de Emissions Analytics, empresa líder en el mundo en la medición de emisiones, las partículas dañinas de los compuestos y las pastillas son un grave problema ambiental, que además está en constante crecimiento debido a la popularidad de autos más grandes (SUVs) y la demanda de los eléctricos, que son más pesados ​​que los coches de combustión por el paquete de baterías. Para peor, esta contaminación es ignorada tanto por los fabricantes de autos como por los gobiernos, ya que, a diferencia de las emisiones de escape, la contaminación de las ruedas no tiene una norma que la regule por completo: tanto los neumáticos como los frenos son reconocidos como emisores que no son de escape (NEE).

Lo cierto es que el problema se origina en las partículas liberadas por el desgaste de los elementos mencionados, pero también del asfalto y la resuspensión del polvo de los caminos. Aunque no lo parezca, todo esto afecta considerablemente la calidad del aire.

Actualmente, se cree que las emisiones que no son de escape constituyen la mayoría de las partículas que emanan los medios de transporte. Según los estudios, constituyen el 60% de las partículas PM2.5 y el 73% de las partículas PM10, las cuales son medidas para conocer el nivel de contaminación urbana. Lo destacado de la situación es que la contaminación es generada por todo tipo de vehículos, incluyendo híbridos y eléctricos.

 Para reducir las emisiones se recomienda utilizar neumáticos de alta calidad y disminuir el peso del vehículo.

Para comprender la magnitud del problema, Emissions Analytics realizó pruebas. Utilizando un popular hatchback familiar con neumáticos nuevos, correctamente inflados, se descubrió que el automóvil emitía 5.8 gramos de partículas por kilómetro. En comparación con los límites de emisión de escape regulados de 4.5 miligramos por kilómetro, la emisión de desgaste del caucho es 1.000 veces mayor. Cabe mencionar que esto podría ser peor si el auto no tuviera neumáticos 100% inflados, o el terreno utilizado para la prueba fuera más rugoso, todos escenarios muy comunes en el automovilismo del 'mundo real'.

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