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El día que Valentino Rossi fue Diego Maradona

El 19 de abril de 2015, el italiano dejó su sello en el GP de Argentina de MotoGP y lo festejó con la camiseta del 10.

El día que Valentino Rossi fue Diego Maradona

“Olé, olé, oléeee, Vale, Valeee”. El 19 de abril de 2015, desde las tribunas del Circuito Internacional de Termas de Río Hondo, cerca de 50.000 personas vitoreaban con ese cántico a uno de los pilotos más importantes en la historia del Mundial de Motociclismo: el italiano Valentino Rossi. Eran cerca de las 17 y ese público aún estaba lleno de adrenalina por esa épica batalla entre el piloto de Yamaha y el joven español Marc Márquez, la estrella de Honda que había ganado los dos últimos títulos del MotoGP.

“Olé, olé, oléeee, Vale, Valeee”, gritaba la gente enloquecida cuando ese muchacho de 36 años oriundo de la pequeña localidad de Tavullia hizo su vuelta triunfal agradeciendo el aliento recibido durante el Gran Premio Red Bull de la Argentina, marcada como la tercera cita del calendario 2015 y con una asistencia que superó los 130.000 espectadores durante el fin de semana.

Valentino Rossi Termas 2015

Vale no paró de firmar autógrafos en Termas de Río Hondo.

Así, el fenómeno Rossi tuvo su punto máximo en uno de los lugares donde tiene más seguidores, algo que hasta sus allegados aseguran. “Si bien en otras partes del mundo Valentino provoca euforia entre el público, acá la gente se enloquece y va más allá porque se le tiran encima y lo quieren tocar. Luego de haber estado con él durante algún tiempo sé que eso no le agrada mucho. De hecho si Rossi se siente respetado por la gente, es capaz de estar una hora firmando autógrafos”, aseguró el español Alberto Gómez, responsable de prensa del equipo japonés.

El hecho de haber llegado como líder del torneo a la pista santiagueña después del triunfo en Qatar y el tercer lugar en Austin (Estados Unidos), incrementó más la euforia por Rossi. Tanto que en el centro de Termas y en el mismo circuito, el color amarillo que le gusta a Vale fue el tono predominante; mientras que las gorras, remeras y banderas con el número 46, su legendario dorsal, también se destacaron en el paisaje.

Valentino Rossi Termas 2015

Rossi cruza victorioso la meta del circuito santiagueño.

Cada vez que pisó la calle interna de los boxes, la gente se enloqueció con su presencia. A los empujones trataron de estar cerca del ídolo, que con dos custodios a su lado siempre complació hasta donde pudo a sus fans. Aunque lo más curioso se vivió el jueves cuando Rossi “casó” a una pareja de santafesinos que lo esperaron durante varias horas en la puerta del Termas Uno Hotel, que está al lado del trazado. Los novios le pidieron “bendecir” sus anillos de matrimonio, algo que Vale hizo con mucho gusto.

Si bien es toda una celebridad, el italiano lejos estuvo de comportarse como tal. Al llegar al Aeroparque Jorge Newery, desde donde viajó hacia Termas, prefirió quedarse en la sala de espera como todos y le esquivó al VIP. Hasta dejó pasar el bus que lo llevaba hacia el avión para darle un autógrafo a un niño, que por timidez se había quedado paralizado frente a la puerta de embarque con una gorrita lista para tener su estampa.

Valentino Rossi Termas 2015

Con Nobuhiro Komada, vice de Yamaha Motor Argentina.

En ningún momento Rossi anduvo con cara larga. Por el contrario, se mostró amistoso al máximo. No solo con la gente, sino con el periodismo -aunque es verdad que hubo que limitarse siempre a sus escuetos tiempos- y con sus patrocinadores. De hecho, el viernes previo a la carrera pasó más de media hora con un grupo de concesionarios de Yamaha Argentina. Allí contó anécdotas y, por supuesto, dejó su rúbrica en remeras, gorras y en el pecho de una persona… Siempre lo hizo con una sonrisa en su rostro y hasta tiró alguna broma cuando tuvo la oportunidad.

Como al momento de recibir de manos de Nobuhiro Komada, vicepresidente de la filial argentina de la empresa nipona, un facón de regalo. Lo sacó con cuidado, lo miró y dijo: “Me sirve para atacarlo a Márquez el domingo y ganarle la carrera”. Y así lo hizo, aunque no necesitó nada más que su talento y sus veinte años de experiencia para conseguir su segundo triunfo en estas tierras tras el logrado en 1998 en la clase 250 cc en el autódromo de Buenos Aires.

Valentino Rossi Termas 2015

La intensa lucha con Marc Márquez.

La carrera del MotoGP se definió en las vueltas finales. Rossi largó octavo y poco a poco se fue acercando a Márquez, que había partido desde la pole. Se pasaron varias veces y cuando el italiano estaba adelante hubo un toque que terminó con el español por el piso y el público gritando, “olé, olé, oléeee, Vale, Valeee”.

“Hicimos la elección correcta de los neumáticos… La clave fue no preocuparme por Marc, sino concentrarme en la carrera”, explicó el nueve veces campeón. “Mi objetivo era hacer una buena largada, pero en la primera curva Andrea (Iannone) me tiró para afuera. Intenté recuperar el ritmo y lo logré. En ese momento pensé en luchar por el segundo puesto y tuve que pasar a varios para llegar a esa posición, pero luego me di cuenta que estaba a cuatro segundos de Márquez, así que intenté alcanzarlo y lo conseguí”, agregó.

Así fue el toque que terminó con Márquez en el suelo.

Esos giros en los que ambos anduvieron casi juntos sirvieron para comprobar las técnicas distintas que emplea cada uno. Márquez desafiando los límites de la física y doblando su moto hasta tocar el asfalto con sus rodillas y codos. Rossi, más cauto, acelerando antes de las curvas para encarar los virajes con la mayor velocidad posible y tratando de ayudar a su moto con una postura más ortodoxa.

Más allá del resultado de la disputa, Valentino disfrutó pelear con Marc, quien tras el incidente se reprochó no haber tenido más paciencia. “Hay una motivación extra cuando uno sabe que el que está por delante es un gran piloto. Es una lástima que se haya accidentado. Él sabía que si lo pasaba era porque yo venía más rápido que él, pero intentó todo para mantener el liderazgo. Nunca pensé que se iba a arriesgar tanto”, explicó el italiano…

Valentino Rossi Termas 2015

La intimidad del festejo.

Como para que su triunfo quede en la retina de todos los argentinos, para recibir el trofeo de manos de Enrique Meyer, Ministro de Turismo de la Nación, Rossi se puso una camiseta de la Selección Argentina con el apellido de Diego Maradona en su espalda. El gesto fue agradecido con una ovación. “¿Por qué la de Maradona y no la de Lionel Messi? Messi es un gran jugador, el mejor de la actualidad, pero Maradona es Maradona… Cuando yo tenía ocho o nueve años, Maradona jugaba en el Napoli. Yo veía algunos partidos por TV y entendía que él era quien hacía la diferencia. Pensaba, ‘a este 10 lo voy a recordar siempre’. Pero sinceramente, la camiseta argentina ya la había traído el año pasado para subirla al podio, pero terminé cuarto… Y esta vez, antes de salir de viaje, nuevamente la puse en la valija…”.

“Olé, olé, oléeee, Vale, Valeee”, un grito que aún se escucha en Termas de Río Hondo, el lugar donde Valentino Rossi un día se sintió Diego Maradona.

Fuente: Automundo

Automundo

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