A la hora de medir el consumo de combustible, los vehículos a combustión son más eficientes en las rutas que en las ciudades. Sin embargo, con los electrificados y su consumo pasa todo lo contrario, ya que al manejar en ciudad la batería rinde más debido a que tanto los 100% eléctricos como los híbridos aprovechan la energía de cada desaceleración o frenada para convertirla en electricidad, que sirve para recargar la batería y así aumentar o mantener la autonomía.
La regeneración del "combustible" para las baterías se lleva a cabo gracias al sistema de recuperación de energía de frenado, que en términos técnicos convierte la energía cinética en energía eléctrica.
¿Cuándo se activa el frenado regenerativo?
La recuperación de energía de frenado se activa cuando los conductores y conductoras sacan el pie del acelerador, permitiendo así una conducción relajada y predictiva. Si quieren desacelerar más, pisan el freno. De todas maneras, que los vehículos cuenten con el sistema regenerativo no quiere decir que no tengan el de frenado que utilizan los vehículos a combustión.
Durante la mayoría de las maniobras de frenado diarias, el motor de accionamiento eléctrico realiza el frenado solo, mientras que el servofreno eléctrico solo activa los frenos de las ruedas en situaciones que exigen más deceleración.
Algo a destacar es que la transición del frenado basado en el generador al frenado hidráulico pasa casi desapercibida, gracias al control rápido y preciso del sistema de frenos y transmisión. Además, estos sistemas también garantizan que las ruedas traseras, donde se produce la recuperación de la energía de frenado, siempre tengan suficiente agarre.
Gracias al frenado regenerativo, los híbridos convencionales no necesitan enchufarse, ya que les permite recargar sus baterías mientras son utilizados.
Con un vehículo electrificado el motor eléctrico acciona las ruedas, ya sea en conjunto con el impulsor naftero (por ejemplo en un híbrido), o solo (100% a batería). A medida que avanza, el motor funciona en esa dirección, suministrando energía eléctrica a las ruedas.
Conducción con un pedal
La cantidad de energía que se recupera puede depender de cómo esté configurado el sistema. En la mayoría de los vehículos, quien va al volante puede decidir cuánto frenado regenerativo utilizar, generalmente usando un mando o botón específico para esta función. Cuando se selecciona un frenado más agresivo, el sistema capturará y almacenará más energía, pero el vehículo también reducirá la velocidad de manera más brusca y, en algunos casos, puede llegar a detenerse por completo.
Como resultado, el conductor o conductora puede pasar a manejar solo con un pedal ¿Cómo? Acelerando con el pedal pertinente, y cuando quiera frenar levanta el pie y deja que el frenado regenerativo detenga al vehículo.
¿Cuánta energía se ahorra?
Queda claro que la cantidad de energía que capta un sistema de frenado regenerativo depende de varios factores, siendo el conductor/conductora uno de los más importantes. Se estima que la capacidad de un sistema para capturar energía puede oscilar entre el 16 y el 70%, cifra que varía dependiendo de cómo se maneja el vehículo.
Por ejemplo, se sabe que las tasas de retorno de energía más altas se logran cuando los conductores o conductoras reducen la velocidad con mucha anticipación, mientras que aquellos y aquellas que se detienen y frenan bruscamente son menos eficientes, especialmente porque dependen en gran medida de los frenos convencionales.
En pocas palabras
El frenado regenerativo aprovecha la energía que se genera al momento de frenar o desacelerar para convertirla en electricidad, que es aprovechada por la batería. Luego es enviada de vuelta al motor eléctrico para impulsar las ruedas. Se trata de una especie de reciclaje que resulta sumamente importante en cuestión de autonomía.