Volvo Cars anunció que triplicará la capacidad de fabricación de vehículos eléctricos en su planta de Gante, Bélgica, mientras se prepara logísticamente para atender la creciente demanda de su línea Recharge.
El aumento de producción en la fábrica belga va de la mano de los buenos resultados de ventas que tuvo la marca el año pasado y principalmente con los modelos electrificados, cuya comercialización tuvo un gran crecimiento al aumentar más del doble con respecto a 2019.
El fabricante sueco estima que para el próximo año la capacidad de producción de vehículos eléctricos en la planta de Gante se habrá más que triplicado con respecto a los niveles actuales, lo que permitirá alcanzar cerca del 60% del total de la capacidad productiva de la fábrica.
Se viene un segundo vehículo 100% eléctrico
Volvo también anunció que en Gante, y antes de finalizar el año, llevará a la línea de producción un segundo modelo totalmente eléctrico basado en la arquitectura de vehículo modular CMA. Actualmente, en la planta de Bélgica se fabrica el XC40 Recharge, primer vehículo 100% eléctrico de la compañía, así como una versión híbrida enchufable del XC40.
“Nuestro futuro es eléctrico y a los clientes claramente les gusta lo que ven en nuestros autos Recharge. A medida que continuamos electrificando nuestra línea y aumentando la capacidad de producción eléctrica, Gante se convertirá en pionero para nuestra red de fabricación global", apunta Javier Varela, jefe de operaciones industriales globales y calidad de la marca sueca.
El futuro es eléctrico
La idea de Volvo Cars es convertirse en una empresa de vehículos eléctricos premium, por lo que aspira a que el 50% de sus ventas globales en 2025 sean de modelos totalmente eléctricos e híbridos. Además, el fabricante también contempla que otras instalaciones sigan los pasos de Gante, como por ejemplo su fábrica en Skövde, Suecia, que ensamblará motores eléctricos. Ante la creciente demanda futura, Volvo planea disponer de una producción propia de los impulsores para mediados de la década.