Si Alec Issigonis pudiera volver a diseñar el Mini, es un hecho que estaría equipado de un motor eléctrico. Claro, pasa que una de las razones por las que el icónico vehículo fue creado fue para sortear la crisis del petróleo, teniendo como eje un consumo eficiente, que consistía en alcanzar la mejor relación peso/potencia.
Con su objetivo en mente, Issigonis desarrolló un auto para cuatro pasajeros sumamente compacto y liviano, y con un motor acorde.
Los ideales de Issigonis, en MINI
Teniendo en cuenta la misión de Issigonis, MINI decidió conformar un plan por el que convierte al Mini Classic en un modelo 100% a batería. Denominado “MINI Recharged”, el plan nació antes de que MINI ofreciera un auto eléctrico (como es el MINI Electric), y consiste en ofrecer un motor eléctrico a los propietarios de un Mini clásico.
Básicamente, el motor naftero original del Mini Classic se cambia por un sistema eléctrico, pero con una salvedad: el dueño puede arrepentirse y pedir de nuevo el impulsor a combustión. En concreto, durante la conversión el motor original de cada vehículo se marca y se almacena para poder reutilizarlo en el mismo auto.
El traspaso al mundo eléctrico
Cuando es convertido en eléctrico, el Mini clásico presenta un moderno motor 100% a batería que eroga hasta 90 kW (120 CV) que es alimentado por una batería de alto voltaje, que puede cargarse con una potencia de hasta 6.6 kW. Además, el vehículo cuenta con una autonomía de unos 160 kilómetros.
Como parte de la transformación, cada Mini classic eléctrico de MINI Recharged recibe un cuadro de instrumentos que muestra la temperatura del motor, el cambio elegido, la autonomía y la velocidad.
Por último, es importante aclarar que para este proyecto no se fabrican vehículos nuevos, sino que se modifican los ya existentes, lo que permite que un Mini clásico tenga una nueva vida, más amigable con el medio ambiente.