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Lotus Evija Fittipaldi celebra a lo grande el primer título del brasileño en la F1

El hiperdeportivo eléctrico toma los colores del icónico Lotus 72, pero también otros detalles sorprendentes.

Lotus Evija Fittipaldi celebra a lo grande el primer título del brasileño en la F1

Ya de por sí, el Lotus Evija es un modelo bastante exclusivo. Estamos hablando de un hiperdeportivo eléctrico que eroga nada menos que 2.039 CV y 1704 Nm de torque, que puede llegar a los 300 Km/h en apenas nueve segundos y seguir acelerando hasta los 350 Km/h. Ahora, a todas estas particularidades, se le suma una versión especial dedicada al piloto brasileño Emerson Fittipaldi.

Fittipaldi fue campeón con Lotus en la temporada 1972 de la Fórmula 1, gracias a que ganó cinco de las once carreras del año, lo que también le permitió a la marca británica conseguir el campeonato de constructores. Todo esto lo hizo a bordo del conocido Lotus 72, monoplaza que pasó a la historia no sólo por su desempeño, sino también por ser parte de una serie de autos que portó el característico esquema de colores de la tabacalera John Player Special, en el que predominaba el tono negro e incluía detalles en dorado.

Lotus Evija Fittipaldi: Lo que lo hace especial

 

 

La realidad es que, más allá de la estética, el Evija Fittipaldi no cuenta con demasiadas modificaciones. El exterior está pintado a mano, con los mencionados colores negro y dorado, e incluye piezas en fibra de carbono, material que está a la vista. También presenta ciertos guiños al Lotus 72, como la bandera británica, un número "8" en el pilar B, como recordatorio del número que más veces usó el brasileño en 1972 (tres ocasiones), y recordatorios de las victorias obtenidas en dicha temporada, ubicados en el alerón trasero, tal como lo llevaba el monoplaza de aquel entonces.

En el interior está, a mi entender, uno de los detalles más sobresalientes. Además de tener a la silueta del Lotus 72 en el techo y la firma de Fittipaldi bordada en el tablero, la perilla ubicada en el volante para seleccionar el modo de manejo fue construida a mano, utilizando aluminio reciclado del mismísimo monoplaza que corrió en 1972. Una verdadera reliquia.

Si alguna vez tenés la oportunidad de ver un Lotus Evija en la calle, podés considerarte un afortunado, pero ver a un Evija Fittipaldi va a ser casi imposible. Creo que hasta sería más probable ver a don Emerson en persona, que a sus 75 años sigue llevando los negocios familiares cerca del automovilismo, y tiene a su nieto Pietro probando para el equipo Haas de F1.

Del Lotus Evija Fittipaldi solamente se construirán ocho unidades, mismas que ya están todas vendidas. ¿A cuánto? No se sabe, pero estima que el valor haya superado los USD 2 millones. Si te quedaste con ganas de ver más, te invitamos a ver la galería y el video que te dejamos acá abajo.

Ahora te toca a vos: ¿Qué opinás del Lotus Evija Fittipaldi? ¿Te gusta? ¿Qué le cambiarías o sumarías? Compartí tu punto de vista en los comentarios, siempre con respeto.

Lotus Evija Fittipaldi

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