Los motores grandes y potentes ya pasaron de moda. Sin embargo, son muchas las personas que añoran acumular litros de cilindrada bajo su capot para tenerlos a disposición del pie derecho y llenar de plata a su petrolera local. Uno de los vehículos perfectos para eso acaba de salir a la venta, y es tan extraño y complejo como su historia.
En la Gran Bretaña de los años 70 existió este vehículo llamado oportunamente “La Bestia”, que ingresó al Libro Guinness en 1977 como el auto de calle más potente del planeta, y que despertó una llamativa controversia judicial con Rolls-Royce.
La historia de "La Bestia"
A mitad de los años '60, Paul Jameson instaló un motor Rolls-Royce Meteor V12, proveniente de un tanque de guerra, en un chasis modificado. Este impulsor se utilizaba en los conocidos tanques Cromwell y Centurion, y erogaba nada menos que 750 CV y 1030 Nm de torque, que llegaban al asfalto a través de las ruedas traseras, y que permitian alcanzar una velocidad máxima de hasta 295 Km/h.
Al no conseguir una transmisión adecuada para trabajar con tremendo motor, Jameson se puso en contacto con el especialista en transmisiones automáticas John Dodd, quien más tarde se hizo cargo del proyecto y le instaló al chasis una carrocería diseñada especialmente, pero que terminó siendo destruida en un incendio.
Luego del fuego, el auto fue reconstruido en 1972, con carrocería y motor nuevos. El impulsor fue otro Rolls-Royce V12, pero esta vez un Merlin de 27 litros de cilindrada. Era el mismo que utilizaba el conocido avión británico Supermarine Spitfire durante la Segunda Guerra Mundial, aunque sin el sobrealimentador. Como el V12 Meteor fue básicamente una adaptación del Merlin aeronáutico al que se le modificó el mismo sobrealimentador, lo que hizo Dodd fue prácticamente lo mismo que hicieron los ingenieros de guerra ingleses.
Como el auto tenía un corazón de Rolls-Royce, Dodd decidió que ameritaba colocarle una parrilla de la marca, pero esta no estuvo para nada de acuerdo, ni siquiera con que su nombre esté al frente de ese engendro, por lo que todo llegó a la Justicia. El caso, que fue famoso, generó que Dodd se hiciera conocido, gracias a que llevó a "La Bestia" a los tribunales, ubicados en el centro de Londres. Para mejor, posteriormente un día apareció en un caballo blanco, luego de que lo acusaran de tener “actitud caballerosa”, en el sentido beligerante de la palabra.
Finalmente, el extravagante Dodd perdió el caso, por lo que se tuvo que mudar con su loco vehículo a España, donde cambió la conflictiva parrilla por una personalizada con sus propias iniciales. ¿Con eso pasó desapercibido? Claro que no: ese capot enorme, ocho luces al frente y atrás, pintura clara y una carrocería por demás particular, "La Bestia" nunca dejó de llamar la atención.
"La Bestia": La subasta
Hace un año John Dodd falleció, pero su creación no, por lo que ahora puede ser tuya, gracias a que su familia lo puso en venta. Más allá de todo el problema judicial que tuvo, el auto sigue estando registrado oficialmente como un Rolls-Royce. Eso sí: uno de los más extraños que puedas encontrarte jamás. "La Bestia" se subastará en el sitio Car & Classic el próximo 16 de marzo. Hasta el momento, se ofrecieron 50.000 dólares por él.
Ahora te toca a vos: ¿Cuánto pagarías por este devorador de nafta? Compartí tu punto de vista en los comentarios, siempre con respeto y sin agredir.
La Bestia