![Autos Clásicos de Argentina: Citroën 2CV/3CV](https://acnews.blob.core.windows.net/imgnews/medium/NAZ_94b2265fa02e4c60967f22974ac63bc7.webp)
Dentro de los muchos autos clásicos de Argentina, quizás uno de los más emblemáticos es el Citroën 2CV/3CV, un auto popular que marcó varias generaciones y que, gracias a su éxito en nuestro país, tuvo actualizaciones y versiones exclusivas para nuestro mercado.
Este Citroën se produjo en Argentina entre 1960 y 1980, año en el que la marca dejó de fabricar vehículos en nuestro país, pero unos años después, una PYME lo revivió y lo mantuvo hasta 1990. A continuación, te contamos la historia de estos modelos.
El nacimiento del Citroën 2CV
Podríamos estar horas y horas hablando sobre el nacimiento del Citroën 2CV, pero lo más importante que hay que mencionar es que el proyecto nació en 1934 y para 1939 ya estaba listo, e iba a ser presentado bajo el nombre “TPV” (Toute Petite Voiture/Vehículo Todo Diminuto).
Lamentablemente para la marca, el estallido de la Segunda Guerra Mundial hizo que este proyecto se tuviera que cancelar, y a raíz de evitar que estos cayeran en manos de los alemanes, tuvieron que destruir muchos de los prototipos, dejando solamente tres escondidos, de los cuales el último fue encontrado en 1995.
Finalmente, una vez concluido el conflicto bélico, el proyecto del “TPV” volvió a estar listo y fue presentado en 1948, bajo el nombre “Citroën 2CV”, nomenclatura que hace referencia a los caballos fiscales, y que quedó grabada en la historia, ya que fue y es el vehículo más producido de la marca.
El 2CV resultó ser un vehículo perfecto para la época de postguerra, donde el contexto económico había empeorado considerablemente, y la gente necesitaba un vehículo chico, eficiente, y barato de mantener, por lo que fue un éxito en Europa, y también en otros mercados mundiales.
La llegada del 2CV a Argentina
Los primeros 2CV que llegaron a Argentina fueron importados desde Francia y Bélgica a partir de 1958, pero finalmente Citroën comenzó a producirlo en nuestro país en 1960, en la localidad de Bragado.
En términos generales, no había grandes diferencias entre el 2CV argentino y el francés, ya que estéticamente eran prácticamente iguales, y compartían el motor de 425 cc que en principio entregó 12 CV, luego pasó a 14 CV, y más adelante, a 18 CV.
Este impulsor tenía la peculiaridad de ser de dos cilindros opuestos horizontalmente, con refrigeración por aire, y estaba asociado a una caja manual de tres relaciones con palanca al tablero. Además, en 1966 sumó embrague centrífugo.
Entre los elementos destacados del 2CV, podemos mencionar el techo de lona, que se podía abrir hasta la parte trasera, ya que el baúl estaba debajo de la luneta, los faros regulables en altura, o su curioso sistema de suspensión, que le brindaba una estabilidad sin igual, y que a pesar de que hacía que el auto se “hamacara”, no volcaba (a menos que fueras marcha atrás y pegaras un volantazo).
Es importante mencionar que en Argentina se produjo una variante exclusiva para nuestro mercado: el 2CV pick-up, del que se produjeron solo 300 unidades, aparentemente porque los clientes sobrepasaban su capacidad de carga y las rompían.
Por otro lado, también hubo una variante utilitaria (apodada popularmente como “Citroneta”), y consistía en la parte delantera del auto hasta la mitad del habitáculo, con una “caja” tipo furgón en la parte trasera.
La llegada del 3CV y las diferencias con el 2CV
Izquierda: Citroën 2CV, Derecha: Citroën 3CV
Para 1967, se construyó una nueva planta de Citroën en Barracas, donde se fabricaron los AMI 8, Mehari, y el 3CV, la evolución que llegó en 1969, y utilizaba un nombre exclusivo para nuestro mercado, ya que en el resto del mundo se siguió llamando “2CV”.
Con respecto a las diferencias con el 2CV, ya te las contamos a detalle en una nota específica, pero una de las más importantes era el motor, que pasó a ser uno de 602 cc que entregaba entre 28 y 32 CV, además de algunas mejoras en los frenos y la suspensión. Además, se incorporó una caja de cuatro relaciones, con el mismo comando desde el tablero.
Izquierda: 2CV, derecha: 3CV
A nivel estético, había diferencias en la apertura de las puertas, que en el 2CV eran tipo “suicida” y en el 3CV eran convencionales, o las luces de giro en el guardabarros del más moderno, las cubiertas más grandes, la apertura interna del techo en tres posiciones, el espejo retrovisor exterior, y más.
Sin dudas, la novedad más grande dentro del 3CV fue cuando en 1974 se lanzó el “3CV Prestige”, que dejaba atrás el baúl convencional y adoptaba un portón trasero que incluía la luneta, aunque sacrificaba la parte posterior del techo de lona.
Chau Citroën 3CV, hola IES 3CV
Finalmente, en 1980, Citroën dejó de comercializar autos en Argentina y cerró su fábrica, lo que significó la despedida del 3CV, pero afortunadamente, hubo una última esperanza para el ícono, ya que la planta fue comprada por Eduardo Sal-Larí, quien en 1983 se encargó de retomar la producción del 3CV en Argentina, bajo el nombre “IES 3CV”.
En principio, este modelo era idéntico al que producía Citroën, con algunas leves diferencias, y el motor también era el mismo de 602 cc y 32 CV, con caja de cuatro relaciones.
Los años fueron pasando, IES tuvo un conflicto con Citroën, y tuvo que dejar atrás la planta de Barracas, para instalarse en un nuevo complejo en Gowland, provincia de Buenos Aires, y allí comenzaron a trabajar en un rediseño del 3CV, que finalmente se llamó “IES 3CV América”.
Este “nuevo” modelo contaba con una estética bastante diferenciada con respecto a lo que se veía en los 2CV europeos y los 3CV argentinos, ya que contaba con un nuevo capot, el paragolpes y la parrilla integrados en una pieza, nuevas luces delanteras cuadradas, y más.
Dos años después, se lanzó el IES 3CV Súper América, que no tuvo muchas diferencias estéticas, pero si mecánicas, ya que la suspensión pasó a ser independiente, la palanca de cambios se trasladó al piso y se sumaron frenos de disco y encendido electrónico, entre otros.
Finalmente, IES cerró sus puertas en 1990, producto de la crisis económica del 89, y así fue como se despidió el 3CV, luego de más de 30 años en nuestro mercado.
Si bien no encontramos cifras oficiales de cuántos IES 3CV se fabricaron en Argentina, sí sabemos que, en nuestro país, Citroën fabricó 170.590 unidades de los 2CV y 3CV entre todas las variantes.
Si tenés alguna historia o anécdota con un 2CV/3CV, ¡no dudes en compartirla!
Test Drive Citroën C3 Aircross T200
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