El Basalt es el tercer integrante de la gama C Cubed de Citroën, y comparte entrañas con los C3 y C3 Aircross, pero curiosamente descarta el prefijo C3 en favor de un nombre histórico de la marca, el GS Basalte, versión especial de 1978.
Pensado para mercados emergentes (como el nuestro) alrededor del mundo, el nuevo modelo sigue la política de Stellantis que colocó a Citroën en un renglón de precios bajos, especialmente fuera de Europa. Con este nuevo enfoque la marca busca ganar más ventas, seguramente sacrificando a sus clientes clásicos, acostumbrados al anterior posicionamiento.
¿Qué tal es el nuevo SUV-Crossover? ¿Vale decirle coupé? ¿Se siente muy low cost? ¿Tiene correa húmeda el motor turbo? ¿Sirve ese portón inclinado para algo que no sea solo cumplir con la moda? Vamos a analizar eso y más en esta Prueba de Manejo al nuevo Citroën Basalt.
El Basalt no es un FIAT Fastback con otro nombre
Antes de empezar, aclaro esa confusión de muchos comentaristas en las redes sociales, el Basalt se produce en una fábrica distinta del Fastback y tiene otra plataforma, en el caso del Citroën una derivada de la CMP (208, 2008, etc.) en el FIAT la MLA derivada del Cronos.
El menor ejemplo para darse cuenta de que el Basalt no es un Fastback está en las medidas, (siempre mirá distancia entre ejes, trochas y altura), que también habla de sus proporciones, y eso lo analizamos en el diseño.
Aclaración 2: el Basalt no es el sucesor del C4 Lounge ya que el primero es un segmento B con enfoque en precio, y el segundo un C creado bajo el anterior objetivo de la marca.
Citroën Basalt: diseño a la moda
Ahora que todo es SUV, las marcas están buscando nuevas alternativas y la moda que parece venir con todo es la de los remates inclinados o tipo fastback, que a las marcas les encanta definir como coupé, aunque tenga más de sedán.
¿Por qué prefiero denominar como Crossover al Basalt? Primero, tiene cuatro puertas laterales, por lo que no es coupé y segundo el voladizo trasero largo es más propio de un sedán que de un SUV “normal”. Finalmente tiene más despeje y altura de carrocería que un auto, además de la imaginería off-road de protectores plásticos en el perímetro inferior.
Más allá de las coordenadas de tipología en esta época de géneros automotrices fluidos, el Basalt es un modelo cuyo agrado a la vista puede variar mucho de observador en observador y también del ángulo desde donde se lo mire.
Vamos al estilo puntual, el frente sigue a sus hermanos C3, pero tiene más del Aircross. Los protectores de los pasos de ruedas son específicos con ribetes rectos, algo que se repite en el formato del paragolpes. Personalmente me gusta como ensancharon los guardabarros, las nervaduras encima de ellos y el faro trasero en dos pisos.
Respecto del portón trasero hay dos puntos clave para armonizarlo lo más posible (vos dirás si lo lograron) a la silueta, una es el lagrimal que corta al pilar C, la otra es el recorte del vidrio ochavado en la parte superior.
Citroën Basalt: C Cubed por dentro
Si el Basalt sigue por fuera lo lineamientos generales de los C3 y C3 Aircross, adentro es igual, pero con elementos y decorados del segundo para levantar más el status de la cabina.
Los plásticos se sienten low cost, pero a su favor hay que decir que el ensamblado se percibe más sólido que en el saliente C4 Cactus. La practicidad es buena con varios portatutti, y las cosas están a mano, salvo la botonera del lado izquierdo donde, por ejemplo, se enciende el control de crucero que se regula desde el volante (más francés no se consigue).
Entre esos elementos que le dan un poco más de nivel al Basalt están el decorado en tono arena del tablero, elementos en negro piano por aquí y allá, la bandeja en metalizado que se extiende por debajo de la pantalla y en esta versión el tapizado en símil cuero con detalles en tela y apoyabrazos en la butaca del conductor.
Asientos traseros, baúl y rueda de auxilio en el Citroën Basalt
El nuevo crossover del doble chevron comparte la distancia entre ejes larga con el Aircross, algo que combinado con el techo alto aporta muchísimo espacio atrás para piernas y cabezas. Las amenidades se limitan a dos puertos USB, un posabotes y los controles de las ventanillas en el centro (más francés no se consigue).
El baúl de 490 L no solo es inmenso, el portón grande acá paga con una boca de acceso inmensa y mucho más cómoda que en un sedán tradicional. El respaldo trasero se puede plegar, pero lamentablemente en una sola pieza y debajo del piso hay un ruedín de auxilio pese al espacio para colocar algo más grande.
Equipamiento y seguridad en el Basalt
Como siempre, podés ver gama, precios, equipamientos completos del Citroën Basalt en el Catálogo de Autocosmos, acá vamos a revisar la unidad probada, Shine con el paquete First Edition que suma algunos detalles estéticos, incluida la pintura nacarada.
Obviamente que siendo un auto que compite en precio no tiene elementos onerosos, pero en esta versión reúne techo en negro, llantas de aleación de 16”, climatizador de una vía, control de crucero, cámara y sensores traseros, cuero/ina, y el cuadro de instrumentos con la pantalla color de 7” que es chica, pero con buena información.
En seguridad, el Basalt cumple con lo que pide la ley argentina (doble airbag, cinturones de tres puntos y apoyacabezas en todas las lazas, ISOFIX…) y suma los airbags laterales. Los frenos traseros son a tambor y las luces convencionales.
Comportamiento Citroën Basalt
Ya hablamos de la plataforma del Basalt, sumamos que puede tener dos motores, el recontra conocido 1.6 VTi de 115 CV y 150 Nm con caja manual de quinta y el T200 acá probado que es un:
- 3 cilindros 1.0L
- Turbonaftero
- 12V distribución cadenera
- 120 CV y 200 Nm
- Caja CVT
Arrancamos por la posición de manejo, que está limitada por la regulación de volante que es solo en altura. La visibilidad es correcta para los autos modernos con cintura alta y pilares gruesos y los retrovisores son tirando a chicos. El asiento es simple, tirando a durito, regula en altura, aunque abajo de todo queda elevado. El volante tiene buen grip y la pedalera está correctamente distribuida.
Girás la llave, que es tipo navaja, el tres cilindros se enciende con algo más de vibraciones que uno con cuatro pistones. Ya en movimiento apenas vas a sentir que se agita o suena más, salvo en plena carga cuando este tipo de impulsores tienen un sonido especial, similar al de un Boxer.
La transmisión CVT hace lo suyo para tener una marcha suave, sin saltos, y solo se puede objetar que ante un pisotón grande del acelerador la fuerza entra muy de golpe. ¿Empuja?
Muchos dicen que estos “motorcitos” van enroscados, pero lo cierto es que gracias al turbo su torque similar al de un 2.0L pero desde bajas vueltas les permiten viajar a 120 km/h reales en torno de las 2.500 rpm.
En ruta la estabilidad es buena y la insonorización correcta, pudiendo mejorar respecto de vientos y de cambios de asfalto.
Recuperación Citroën Basalt
- 80-120 km/h en D: 8 segundos
Podés usar la palanca para elegir de manera secuencial entre siete puntos pre fijados, pero la verdad es que a un solo pisotón las CVT son ultra rápidas para “rebajar”, no así si querés una conducción deportiva (acelero, freno, acelero, etc.) donde se marean y pueden ser frustrantes.
Curiosamente, este motor resulta algo glotón, digo curiosamente no por el torque y prestaciones que entrega, sino porque toda la tecnología aplicada debería bajar su sed.
Consumos Citroën Basalt
- Urbano: 10,7 L/100km
- A 120 km/h: 8L/100km
- Tanque 47L
El resto del Basalt se mueve bien, la dirección y el pedal de frenos podrían tener mejor tacto, pero tampoco arruinan la experiencia de uso, y lo mejor está en el despeje y talón de ruedas que te permiten un uso más SUV que muchos SUVs con perfil bajo de cubierta. Hay que empecinarse para que el Basalt golpee abajo y si bien no tiene el refinamiento de los clásicos Citroën, el andar es confortable.
Conclusiones de la prueba al Citroën Basalt
Llegamos al final del test, y como siempre, no te voy a decir si vale la pena comprarlo, eso lo decidís vos ayudado por la información que te estoy dando.
Para tener en cuenta, si sos usuario de la marca, este modelo y sus dos hermanos no son para vos, están apuntados a ganar un nuevo público más masivo y eso se nota en calidad percibida y equipamiento austero.
Si tenés una familia y necesitás espacio para sillitas y mucho baúl, esta es una gran opción ya que atrás tiene lugar cuasi propio de un SUV y el área de carga de un sedán, pero más fácil de acceder con el portón grande.
Después queda el estilo y si satisface tus necesidades de potencia, consumos, seguridad, confort, etc. ¿Te conviene o no te cierra? Podés compartir tu opinión con tus razones en nuestras redes sociales.
