En los últimos años, principalmente desde la aparición del Tesla Model S, varias automotrices empezaron a volcar cada vez más funciones dentro de una gran pantalla central, en muchos casos, eliminando comandos físicos que permitían tener un acceso más directo, y por ende, terminan generando más distracciones en los conductores, quienes tienen que desviar la mirada del camino.
Ahora, la Universidad de Washington, junto al Instituto de Investigación de Toyota, realizó un estudio que analiza el impacto de la utilización de las pantallas en los conductores, con resultados preocupantes.
La pantalla del auto, el peligroso enemigo de los conductores

El estudio contó con 16 participantes, quienes utilizaron un avanzado simulador de conducción que replicaba un entorno urbano, mientras los conductores interactuaban con un panel táctil, y los investigadores evaluaban los movimientos oculares, la dilatación de las pupilas, las respuestas al estrés, y otros aspectos, midiendo el impacto en la mente de las personas.
Los resultados son tan claros como preocupantes: al cambiar de playlist, responder un mensaje, e incluso al ajustar el volumen, los conductores perdieron eficiencia no solo en el manejo, sino también en la interacción con la pantalla.
En el caso de la interacción con la pantalla: la precisión táctil disminuyó en un 58%, número al que se sumó un 17% adicional bajo condiciones de alta carga cognitiva. Por otro lado, en el manejo, las oscilaciones laterales aumentaron en más del 40%, reduciendo la capacidad de mantener el vehículo en el carril, algo sumamente peligroso.

Ante la falta de precisión en la pantalla, se hizo la prueba con botones más grandes, y no hubo buenos resultados, ya que el problema es que hay que encontrar la función requerida con la mirada. En base a esos resultados, el estudio sugiere que los vehículos incluyan sensores de seguimiento ocular u otros para medir la carga cognitiva del conductor, y ajustar automáticamente la interfaz para mostrar las funciones más importantes cuando sea necesario.
El estudio se alinea con otro realizado hace un tiempo por la organización británica de seguridad vial "IAM RoadSmart", que reveló que el uso de los sistemas multimedia reduce las capacidades de reacción de los conductores, siendo incluso peor que el de conductores bajo la influencia de alcohol o de cannabis.
Por último, es importante mencionar que algunos programas de seguridad como Euro NCAP están al tanto del peligro que generan las pantallas multimedia, y por ello, solo otorgará la puntuación máxima a vehículos que tengan comandos físicos para las funciones más importantes.