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Test drive

Prueba Volkswagen Suran Highline 1.6L 16V

Manejamos la versión que recibe el nuevo motor de 16 válvulas y caja manual de 6 velocidades.

Prueba Volkswagen Suran Highline 1.6L 16V

La Volkswagen Suran comenzó a salir de la fábrica de Pacheco en el 2006, como una alternativa espaciosa al VW Fox, con el que comparte plataforma. A lo largo de los años ha sido sometida a múltiples restylings, siendo el del 2010 uno de los más significativos. Estas actualizaciones la mantuvieron siempre al día con la estética de la marca, que quizás peca de monótona pero indudablemente contundente y efectiva, por lo que es natural encontrarle de frente un gran parecido al resto de los modelos de Volkswagen.

En la actualización que nos ocupa, no sólo encontramos una modificación en sus líneas, sino que también vemos (y experimentamos) cómo la versión tope de gama (Highline y Cross) recibe el nuevo motor 1.6 L de 16 válvulas, un impulsor muy esperado por los conocedores de la gama Volkswagen y del que nos hemos llevado una muy buena impresión.

Mecánica y seguridad:

El nuevo 4 cilindros de 1.6 L entrega 110 CV a 5.750 rpm, con un torque de 155 Nm a 4.000 vueltas, unos 9 caballos y 12 Nm más que el “clásico” 8 válvulas. Transferida esta potencia al eje delantero mediante una caja manual de 6 velocidades, logra una aceleración de 0 a 100 Km/h en 10.3 segundos (en la prueba no pudimos bajar los 10.6) y una velocidad máxima de 183 Km/h (declarada por el fabricante), que puede alcanzarse en 5ta velocidad sin mayores inconvenientes.

El equipamiento de seguridad es bastante completo para un vehículo del segmento compacto, pero se “queda corto” en un aspecto particular por tratarse de un familiar. La nueva Volkswagen Suran cuenta con los obligatorios airbags delanteros acompañados por el sistema de frenos ABS, añadiéndole a estas medidas de seguridad control de tracción y estabilidad (ESP), dispositivos que no están presentes en algunos modelos de la competencia. Pero todo cambia en las plazas traseras. Si bien se agradece la presencia de un apoyacabezas central, el cinturón de seguridad para quien ocupe esta pequeña plaza será sólo ventral y en ninguno de los tres lugares ofrece anclajes ISOFIX.

Diseño exterior

Como hemos visto en varias renovaciones de la marca como los Fox, y Saveiro, la nueva Suran adopta una estética con expresiones más afiladas y angulares, que se notan fácilmente en el frente, donde predominan las líneas horizontales que denotan elegancia en los detalles cromados, como así también dinámica en el conjunto que enmarca los antinieblas. Mirándola desde atrás, podemos apreciar el nuevo conjunto de ópticas y una luneta trasera coronada por un spoiler, que a su vez contiene una luz de stop.

Más allá de las diversas actualizaciones que recibió a lo largo de su historia, la VW Suran sigue  manteniendo ese efecto visual de parecer un vehículo muchísimo más grande que un Fox, algo muy bien logrado desde los tableros de los diseñadores de la marca.

Interior y equipamiento

Puertas adentro nos encontramos con el nuevo volante que equipan los modelos más recientes de la gama (incluido el Golf) con un agradable y muy bien logrado revestimiento en cuero liso al mejor estilo Audi y comandos para controlar el equipo de audio, la computadora de abordo y funciones de nuestro smartphone cuya conexión resultó muy sencilla.

El resto del interior respeta la estética y hasta podríamos decir la filosofía de la marca: sobriedad, solidez y más sobriedad. No esperes encontrar cromados ni un milímetro de material desubicado, los tableros de VW se destacan por dar esa impresión de que han sido ideados por una legión de ingenieros que obsesivamente estudiaron dónde debe ir cada botón, decidiendo su forma dependiendo de su función determinada, sin demasiadas pretensiones artísticas, tal como dicta la Escuela de la Bauhaus.

Al tratarse de la versión tope de gama, el equipamiento dejará satisfecho a quienquiera que se siente sobre sus agradables butacas con costuras romboidales. El elemento más destacado es la pantalla táctil de 5” en la que podemos visualizar todo lo que respecta al sistema de infoentretenimiento, los sensores de estacionamiento y el navegador satelital.

Detrás del volante tenemos los controles para la velocidad crucero mientras que las luces se accionan mediante una perilla en el tablero, con la particularidad que los antinieblas ofician de luz de asistencia en curvas (como en el Vento), encendiéndose el correspondiente para el lado que giremos el volante. En el tablero de instrumentos encontramos toda la información relevante del modo clásico en que VW suele representarla, con dos relojes y el complemento de una pantalla que nos muestra de forma resumida los datos de la computadora de abordo, como así también las funciones de nuestro smartphone y del GPS, una ayuda que puede sonar redundante al tenerla ya disponible en la pantalla color central pero que resulta mucho más cómoda de visualizar durante el manejo.

Comportamiento dinámico

La hora de la verdad. En lo personal estaba esperando hace tiempo probar el nuevo impulsor de 16 válvulas y su rendimiento no me ha decepcionado. El vehículo, más allá de su tamaño, responde muy bien en 2da y 3ra marcha, empujando desde la mitad del tacómetro con suficiencia. La combinación con la caja manual de 6 marchas hace que este impulsor sea aprovechado en su totalidad, aunque para apurar algunos sobrepasos tengamos que bajar hasta la 4ta velocidad.

En ruta, el tacómetro se sitúa apenas por encima de las 3.000 rpm cuando circulamos a 120 Km/h, régimen propio de un motor de 2.0L pero que en este caso, gracias a la sexta velocidad que oficia de sobremarcha, nos permite un consumo contenido, de unos 6L/100 Km según la computadora de abordo. La tenida en ruta es un punto destacable, el vehículo se siente firme aún por encima de las velocidades legales, aunque el rolido se hace notar ante los movimientos bruscos. La sensación de hamaqueo propia de un auto con esta altura se acrecienta al estar sentados en una posición elevada.

El tacto mecánico de la palanca de cambios puede parecerle algo tosco o duro a las personas más sensibles, pero en realidad se siente formidable, nos da la sensación de que estamos ante una caja de cambios bien ensamblada y no ante un simple joystick que flota en una selectora.

Conclusiones

A nivel producto, Volkswagen vuelve a lograr un vehículo que se mantiene como una opción seria para quienes buscan algo más grande que un hatchback sin perder opciones de confort y por qué no, de estética. Sin lograr el tamaño ni la habitabilidad de otros vehículos de la competencia (léase Chevrolet Spin y sus 7 plazas o la Citroën C3 Picasso, con mayor distancia entre ejes) la nueva Suran logra su cometido de ser un vehículo familiar, con buen espacio de carga (hasta 1.580 dm3 de capacidad) sin resignar confort y dinámica. En este último aspecto, el maridaje que realizan el nuevo impulsor con la caja de 6 marchas es realmente excepcional, y sin dudas es el principal motivo por el que los compradores pueden pensar seriamente en desembolsar los más de $21.000 que la separan de la versión Trendline.

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