Japón es un país que hizo de la miniaturización un arte. Podemos encontrar ejemplos de esto en su industria electrónica, en su arquitectura, su ingeniería y hasta en su poesía, donde un diminuto haiku puede contarnos más sobre la naturaleza que una enorme enciclopedia. Salvando las distancias, la industria automotriz también tiene su segmento miniaturizado, los famosos Kei Cars (palabra cuya etimología surge de la abreviatura de kei jidōsha, que significa "coche liviano").
Aunque parezca que la creación de estos microcoches surge sólo por la necesidad de ocupar poco espacio en las atestadas urbes niponas, lo que motivó la creación de este tipo de vehículos fue la necesidad de revitalizar la economía, creando un acuerdo ejemplar entre el estado y la industria.
¿Cómo sucedió esto? Hagamos un poco de historia:
Japón fue uno de los países más perjudicados luego de la Segunda Guerra Mundial, con dos bombas atómicas detonadas en su territorio, una industria diezmada y una población completamente desmoralizada; sí, una auténtica crisis. Frente a esta situación, el gobierno se apoyó en la legislación para intentar revitalizar la industria automotriz y la economía, con una idea que ya había sido explorada décadas antes por algunos países europeos: fabricar un auto popular.
Como la mayoría de los japoneses sólo podían costearse una moto, la premisa fue que el vehículo debía ser barato y ayudar a la movilidad, por lo que la cilindrada fue limitada en un comienzo a los 149 cc. y las dimensiones a los 2.8 m de largo y 1.0 m de ancho. Esta decisión se hizo ley un 8 de julio de 1949 y a partir de allí ha sufrido variaciones, muchas de ellas fruto de diversos reclamos formulados por los fabricantes.
Así es como al día de hoy tenemos los parámetros por los que podemos distinguir a un Kei Car desde su ficha técnica: motor de 660 cc con no más de 64 CV, (para llegar a esa potencia generalmente los impulsores están asistidos por un turbo y/o tecnología híbrida) una longitud de 3.4 metros, un ancho de 1.48 metros y una altura que no puede superar los 2 metros.
Subaru 360 vs. Porsche Panamera
Estos vehículos cuentan con ventajas impositivas, como la de estar exentos del costoso certificado de plaza de estacionamiento, sin el cual los japoneses no pueden comprar un auto. Pero además de las facilidades tributarias y un precio accesible; la agilidad, bajo consumo y versatilidad de los Kei Cars son factores enormemente convenientes para el uso urbano.
Es así como este segmento se volvió altamente competitivo en Japón, creando una cultura donde todos los fabricantes participan con algún modelo y ofreciendo variantes que van desde microdeportivos (como el Mazda AZ-1, el Suzuki Cappuccino o los más modernos Honda S660 y Daihatsu Copen Robe) hasta utilitarios, como el Honda N-Box Slash. Y las variantes no se quedan allí, también tenemos concepts que nos muestran hasta donde llegan las posibilidades de los Kei Cars como el bizarro camión Daihatsu FC凸DECK.
Suzuki Fronte de competición
No hay que ser un erudito para darse cuenta que a mediados del siglo veinte casi todos los fabricantes del mundo se abocaron a satisfacer la demanda de vehículos pequeños y accesibles (sin ir más lejos tenemos ejemplos en Argentina como el Bambi y los vehículos de DiCarlo e Isard y en Europa con el FIAT 500 en Italia, el Peel P50 en Inglaterra o el BMW Isetta en Alemania) pero sin embargo, los japoneses se las ingeniaron para crear un segmento que perduró en el tiempo, ofreciendo un crisol de modelos tan versátil que podemos decir que los Kei Cars son prácticamente una industria automotriz paralela.
En nuestro país quizás todavía estamos demasiado inspirados en la cultura estadounidense de que “más grande y potente es mejor”, motivo por el cual se vé a los autos muy chicos como juguetes. Sin embargo, la idea de un auto accesible con el mismo equipamiento de los autos más grandes, ágil y de bajo consumo no deja de ser tentadora, más aún cuando existen variantes deportivas.
¿Serán los Kei Cars los autos del futuro a nivel global? El tiempo y las necesidades del mercado lo dirán, aunque desde ya te adelantamos que los vehículos autónomos van por ese camino.
Mirá la galería de fotos y conocé la gran variedad de Kei Cars que desarrolló la industria japonesa: