En un gran evento realizado en el Galpón de la Boca, la marca de a estrella presentó la renovación de su gama de SUVs que incluye a las GLE (ex Clase M o ML) y GLA 250 AMG-Line, y al nuevo GLC que reemplaza al anterior GLK y del cual hablaremos a continuación.
Respecto del modelo que reemplaza, el nuevo Mercedes-Benz GLC crece en todas las direcciones siendo 120 mm más largo, 50 mm más ancho, 9 mm más alto y con 118 mm más entre sus ejes, lo que le permite entregar mayor espacio interior y un área de carga de 550 L o 1.600 L con los asientos posteriores plegados.
Ofrecido en una sola mecánica, el nuevo Mercedes-Benz GLC 300 cambia el 3.5 V6 de su antecesor por un cuatro en línea de 2.0L con turbo que entrega 241 CV y 350 Nm constantes entre 1.200 y 4.000 rpm. Esto no solo quiere decir que aporta 10 Nm más y a menos giros, también que los consumos se reducen a 7.1L/100 km en el ciclo mixto.
Respecto de las prestaciones, logra un 0 a 100 km/h de 7.3 segundos, acompañado por una dieta de casi 80 kilos respecto del GLK y la nueva transmisión automática 9G-TRONIC de nueva relaciones.
Estéticamente el nuevo Mercedes-Benz GLC luce más armónico que el modelo que reemplaza abandonando las anteriores líneas rectas en favor de trazos redondeados donde sobresalen la parrilla estilo flotante, las líneas de confluencia laterales y un pilar C que se va angostando hacia su base, un elemento tradicional de la estrella de tres puntas.
Puertas adentro se destaca el tablero con los lineamientos del nuevo Clase C que le dan más elegancia e incluyen mejor el repertorio tecnológico, especialmente a la pantalla de 8” y el panel táctil para controlarla. Además, entre los elementos de confort más destacados tenemos cámara de 360º, acceso y encendido sin llave, tapizados en símil cuero, asientos delanteros con ajustes eléctricos, memorias y calefaccionados, techo corredizo panorámico, y Head-Up display.
En seguridad, la dotación incluye 7 airbags, sistema Attention Assist, ABS, ESP y ASR.