Con Lotus ahora parte del grupo de Geely, la marca que vuelve a nuestro país podría estar pasando por un importante proceso de cambio en su política corporativa. Como ya sucedió con Volvo, propiedad del holding chino desde 2010, los ejecutivos de Geely tienen la idea de mover la producción de los deportivos desde Norfolk, en Reino Unido, hacia alguna región del país más poblado del mundo.
Los objetivos son los mismos de siempre: reducir costos y favorecer el mercado global a fin de aumentar las ventas. Mediante este traslado, Geely se podría convertir en uno de los fabricantes más fuertes e importantes de la región oriental. Las cifras que se manejan hoy en día hablan de un objetivo de 3 millones de autos vendidos para 2020.
Ahora bien, no muchos estarán contentos con esta decisión. Además de los trabajadores británicos, los mayores damnificados, muchos entusiastas no verán con buenos ojos que Lotus abandone la tradición de producir en suelo inglés, como viene haciendo desde el año 1952.