Según consignan medios especializados, la compañía de juguetes Autec AG ganó un juicio para poder comercializar bicicletas y afeitadoras bajo el nombre Testarossa, a pesar de que Ferrari poseía los derechos de este nombre gracias a la venta la Ferrari 250 Testarossa de 1957 o la Ferrari Testarossa de 1984.
La compañía con sede en Alemania argumentó ante la justicia que la casa de Maranello no ha usado el nombre lo suficiente en las últimas dos décadas, lo que les daría el derecho a lanzar una línea de productos bajo esa nomenclatura sin ningún tipo de problema.
La corte encargada del caso favoreció a Kurt Hesse, CEO de Autec AG, y le permitió usar el nombre libremente en productos no relacionados a la industria automotriz. Según la legislación alemana, la ausencia de uso constante de una marca por más de un lustro es suficiente para perder la exclusividad sobre el nombre de un producto.
Curiosamente, el nombre Testarossa ("cabeza roja", en italiano) es uno de los más icónicos en la larga historia de Ferrari, que le puso así a sus modelos por las cubiertas de válvula rojas en los motores V12. El último modelo de Ferrari en portar el mote fue la 512 Testarossa, cuya producción finalizó en 1996.