El Turismo Carretera es la categoría más importante del automovilismo argentino. Es claro que no tiene los autos más modernos, pero su historia y el arraigo popular que se construyó desde los inicios de su existencia (principalmente en el mal llamado interior del país) la hacen por lejos la más destacada.
Con más de 80 años de vida, la especialidad del deporte motor más longeva del mundo (récord certificado por el Guiness World Records) cuenta con múltiples particularidades, y una de ellas es su parque automotor, que desde hace varias décadas está restringido a cuatro marcas y modelos: Ford Falcon, Chevrolet Chevy, Torino 380W y Dodge GTX.
En los últimos 30 calendarios, algunas marcas vivieron mayores momentos de gloria que otras, pero todas supieron disfrutar las mieles de la victoria. Por eso se nos ocurrió realizar una recopilación con las mejores cinco victorias de cada una durante ese periodo, aunque sin armar un ranking específico. Esa elección te la dejamos a vos, que la podés dejar en los comentarios debajo de la nota.
Ya supimos ocuparnos de los éxitos de Chevrolet. Hoy es el turno de los de Ford, marca que con 42 campeonatos es la más exitosa en la historia del TC.
Santa Teresita 1997 – La despedida de la ruta
Fuente: Historia TC.
A la hora de repasar la historia de la categoría es imposible no hacer mención a la ruta, a aquellos caminos (primero de tierra, luego asfaltados) por el que en un comienzo se desarrollaron los inolvidables Grandes Premios y que luego dieron lugar a eventos de menor duración y cuya longitud se basó en términos de vueltas, conformándose así los circuitos semipermanentes.
La inevitable peligrosidad de los tramos que a lo largo de los años derivaron en muchas muertes (las más recientes para entonces eran las de Roberto Mouras en 1992 y Osvaldo Morresi en 1994), junto a las dificultades de los organizadores para negociar el cierre de rutas con las compañías que las concesionaban y exigencias de la empresa transmisora de las carreras, hicieron que en 1997 se llevase a cabo la última competencia en esos caminos. Se disputó en las afueras de Santa Teresita, en el denominado “Triángulo del Tuyú” y por la primera fecha de la temporada.
De 9.450 metros, el escenario se completó en cinco oportunidades para las series y en 12 para la Final. Como era típico en la ruta, tanto los resultados de los parciales como de la competencia decisiva se determinaron por tiempo y no por orden de llegada, tal como sucede en la actualidad.
El gran ganador de aquel domingo 16 de febrero fue Eduardo “Lalo” Ramos, quien tras imponerse en su batería partió la Final desde el tercer lugar, por detrás de los Ford de Roberto Urretavizcaya (vencedor de la primera serie) y de Omar Martínez (de la segunda). El de Mechongué rápidamente volvió a demostrar el rendimiento develado más temprano y tras los primeros metros se colocó como escolta del de Chacabuco, quien fiel a su estilo utilizaba el ancho de toda la pista.
Al cabo del 4º giro, y tras un duelo muy parejo, “Urreta” pagó caro su espectacularidad al romper un neumático luego de transitar una chicana, lo que le dejó servida la punta a Ramos. A partir de allí, “Lalo” (que a decir verdad tampoco cuidó mucho) se encaminó a la victoria, nada menos que de la última competencia del TC en la ruta. Y lo hizo con un Ford, marca cuyos hinchas aquel día celebraron el 1-2 completado por el “Gurí” Martínez.
Rafaela 2002 – Monomarca Ford
Fuente: Historia TC / Revista Cronometrando.
El autódromo “Ciudad de Rafaela” siempre se caracterizó por sus altas velocidades, gracias al óvalo que hoy apenas ve interrumpida su trazada por tres chicanas. Por ende, y teniendo en cuenta la aerodinámica de los autos, es un circuito más propicio para marcas como Chevrolet y Dodge que para Ford. Sin embargo, lo acontecido el 25 de agosto de 2002 resultó ser la antítesis: de los diez primeros que concluyeron la Final, nueve fueron representantes del “Óvalo”, en lo que terminó siendo el mayor dominio de la marca en las últimas tres décadas.
La avanzada de Ford tuvo su primer gran resultado en la clasificación, cuando siete Falcon se ubicaron dentro del “Top 10”, aunque solo uno entre los tres mejores: Gabriel Ponce de León, quién cosechó su primera “pole” en la categoría. En cuanto a las tres series, el modelo se impuso en dos, con Diego Aventin (en la primera) y Fernando Iglesias (segunda), siendo la restante para José Luís Di Palma (Chevrolet).
La Final (a 24 vueltas) comenzó con ocho Ford entre los diez. Iglesias marcó el camino, seguido por Di Palma, Aventín y Fabián Acuña (Ford). Antes de finalizar el primer giro el “Pumita” se hizo con el segundo lugar, y tras un breve periodo con auto de seguridad alcanzó la punta.
Adelante el de Morón se “tomó el buque” pero atrás se vivió una carrera entretenida, como siempre suele darse en Rafaela. En cuanto a Ford, a pesar de las deserciones del propio Iglesias, de Emanuel Moriatis (largó 5º) y de Ponce de León (8º), los representantes del Óvalo fueron clara mayoría en el “Top 10”, producto de los abandonos de Di Palma y Urretavizcaya (Chevrolet; partió 7º) y la escalada de los Falcon de Henry Martin (15º), Omar Martínez (16º) y “Lalo” Ramos (29º).
La victoria le correspondió a Aventín, seguido por Acuña y Juan Manuel Silva (Ford). El podio 100% ovalado fue apenas una muestra del poderío de la marca, que en total ocupó 10 de los primeros 11 puestos. Detrás de quien fue 4º, Guillermo Ortelli (Chevrolet), se encolumnaron los Falcon de Daniel Cingolani, Ariel Robbiani, Rafael Verna (todos estos partieron entre los mejores 10, al igual que Silva), Martínez, Martin, Ramos y Miguel Ángel Etchegaray. Aplastante.
Paraná 2003 – La carrera 1.000 se la llevó el Óvalo
Fuente: Historia TC.
El pasado 5 de agosto el Turismo Carretera cumplió 83 años, en los que se disputaron nada menos que 1.260 carreras. Lógicamente, la competencia Nº 1.000 resultó especial porque ganarla significaba entrar para siempre en las páginas doradas de la categoría. El 5 de octubre de 2003 en Paraná, día en el que se disputó la milésima competencia final, triunfó un piloto de Ford. ¿Quién? Juan Manuel Silva, hoy todo un referente histórico de la marca.
Previo a la competencia decisiva el “Pato” había tenido un buen andar, al clasificar 3º y vencer en su serie, por lo que en la Final largó 3º, por detrás de “Lalo” Ramos (Ford) y Norberto Fontana (Dodge), los otros vencedores de la mañana. Tras un inicio sin sobresaltos se mantuvo cerca de los líderes, a quienes terminó superando en la vuelta seis: a Fontana le falló el motor y por ende ingresó a boxes, mientras que a Ramos lo superó en pista. Durante el resto de los 24 giros Silva no hizo más que establecer una diferencia tranquilizadora con su escolta, que luego de Ramos fue Patricio Di Palma (Torino) y posteriormente Ernesto Bessone (Dodge).
La labor de Silva aquel domingo resultó tan significativa para la historia de la marca y de la categoría en sí que aquel Falcon Nº4 hoy descansa en el Museo del Turismo Carretera, junto a autos campeones y otros icónicos de todas las épocas de la especialidad.
Buenos Aires 2009 – De “pechito”, Ford recibió el título
Es cierto que en los últimos años el Turismo Carretera vivió definiciones de campeonato impensadas, que parecieron más bien propias de ciencia ficción. Pero también es casi imposible no recordar lo acontecido en el cierre de la temporada 2009, que tuvo lugar en el autódromo de Buenos Aires.
En lo que fue el segundo ejercicio cuyo título se definió bajo el sistema de “Copa de Oro”, José María López (Torino) llegó a la cita final al frente, tras acumular 72,50 puntos. Entre los otros seis con posibilidades matemáticas de campeonar, se destacaban Mariano Altuna (Chevrolet), con 62,50 unidades, y Emanuel Moriatis, el mejor representante de Ford y que acumulaba 54,50.
Previo a la Final, disputada el 20 de diciembre de aquel 2009, “Pechito” parecía tener todo controlado, al clasificar 3º (fue el mejor de los tres contendientes) y terminar 2º en su serie, justamente por detrás de Moriatis (clasificó 6º), quien le arrebató el liderazgo de la batería en la largada misma.
La primera fila de la Final (a 25 vueltas) la completaron los restantes ganadores de los parciales, Diego Aventín (Ford) y Jonathan Castellano (Dodge), mientras que Moriatis partió 3º y López 6º. Tras una primera parte en la que defendió su posición con éxito ante Norberto Fontana (Dodge), el de Lanús aprovechó el quedó del “Pumita” en la vuelta 14 para ubicarse como escolta de Castellano. A esa altura López ya era 4º, para dos giros más tarde avanzar al último escalón del podio gracias al abandono de Matías Rossi (Chevrolet). Con Altuna 6º, el campeonato momentáneamente era para el cordobés.
Moriatis estaba literalmente pegado a Castellano y buscaba incesantemente la punta, mientras que López se situaba a cinco segundos del líder. Parecía ya todo “cocinado” para el hoy piloto del WEC, pero pasó lo impensado: en la vuelta 19, a seis del cierre, una mancha de aceite en el Curvón Salotto sorprendió a todos. Tanto Castellano como Moriatis se despistaron, pero este último pudo controlar al Falcon y regresar a pista, no así “Pinchito”. Pero lo más llamativo pasó atrás, ya que López también se fue afuera y quedó detenido en la tierra, sin posibilidad de continuar. En un segundo, el campeonato pasó de Torino a Ford, de López a Moriatis. Sí, con el desparramo Altuna escaló al 5º lugar, pero no le alcanzaba.
¿Qué sucedió? Martín Basso (Torino), que paradójicamente era compañero de equipo de “Pechito”, rompió el motor en pleno curvón y regó la pista de aceite. Quince segundos después pasaron los líderes, quienes no vieron las indicaciones del banderillero apostado en aquel sector.
Luego de la aparición del auto de seguridad (fueron varios los autos despistados), en los últimos tres giros Moriatis defendió la punta con éxito ante Guillermo Ortelli (Chevrolet), aunque sabiendo que terminando 1º o 2º ya era campeón. Y así fue: victoria y título para el representante de Ford, marca que sumaba de forma impensada y emotiva una nueva consagración a su gran palmarés en el TC.
La Plata 2015 – La segunda coronación del Supremo
Llegamos al 13 de diciembre de 2015, el día en el que Ford obtuvo el que hasta el momento es su último título en el TC. Sucedió nada menos que de la mano del principal referente de la marca en este siglo, Omar Martínez. El “Gurí”, con 49 años, obtuvo su segundo y último título gracias a un triunfo que los hinchas del Óvalo no olvidarán jamás.
La última competencia de la Copa de Oro de hace seis años atrás se disputó en La Plata. A la definición Martínez llegó como escolta de Matías Rossi (Chevrolet), aunque solo a 2,5 puntos. En total, nueve fueron los que iniciaron la fecha final con chances matemáticas, incluido Guillermo Ortelli (Chevrolet), el gran rival del “Gurí” y que estaba a 32,5 puntos de Rossi.
Luego de haber clasificado 5º, el Ford Nº 7 dominó las acciones de la segunda serie, en la que se adueñó del liderazgo tras superar en la largada a Leonel Pernía (Chevrolet). Gracias al éxito parcial y al 6º puesto de Rossi en su batería, el entrerriano tomó el liderato del minicertamen previo a la Final, pero por apenas 1,25 unidades.
El arranque de la competencia decisiva lo tuvo a Martínez manteniendo el primer lugar desde el que partió, siendo secundado por Mariano Werner (Ford) y Ortelli. A decir verdad, nunca peligró su título porque con terminar adelante de Rossi (que navegaba por la mitad del pelotón) le alcanzaba, aunque sí debió lucar por la victoria: tras liderar sin problemas la primera mitad de carrera, empezó a cuidarse de Ortelli, que luego de pasar a Werner (11ª vuelta) fue en busca del liderazgo.
La “Chevy” Nº 6 se “soldó” a la cola del Falcon amarillo y negro, llegó a ponérsele a la par en un par de ocasiones pero solo quedó en eso, en intentos infructuosos. Martínez aguantó y logró el triunfo, su anteúltimo en el TC, pero por sobre todas las cosas alcanzó su segundo título. Vaya si aquel día fue importante para la marca que tras la competencia la hinchada invadió el circuito y formó una marea humana con la que llevó en andas a su ídolo hasta el podio.
Lamentablemente, es imposible no mencionar aquí lo acontecido algunos meses más tarde en Concordia, escenario de la 4a fecha del 2016 y donde el entrerriano fue excluido del evento (había terminado 11º) por graves anomalías en su motor, lo que generó ciertas sospechas sobre su desempeño en aquel 2015. ¿Se sabrá alguna vez si logró o no el campeonato con ese mismo desarrollo en su impulsor? Difícil.
¿Cuál de estas cinco victorias considerás como la más importante? ¿Creés que faltó alguna? ¡Agregala en los comentarios!
Fuentes consultadas: Historia TC, revista Campeones, Carburando y ACTC Media TV.