El Citroën 2CV es uno de esos vehículos que caló hondo en el corazón de las personas. Concebido como una solución económica para la clase media francesa en la posguerra, su mecánica ingeniosa rápidamente se hizo famosa en todo el mundo, a tal punto que, si nunca viste uno de estos en la calle, realmente tenés que o ser demasiado joven o tener muy mala suerte.
Es claro que el 2CV pertenece a otra época. Ya con mirar sus modestas prestaciones y comodidades puede adivinarse que poco tiene que hacer contra los vehículos de hoy en día. Sin embargo, no todo el mundo piensa así...
¿Qué pasa si lo traemos al presente? ¿Y si nos animamos a llevarlo hacia el futuro?
La gente de 2CVGarage, taller especializado en este modelo y con base en Países Bajos, realizó lo que se conoce popularmente como electromod. Estamos hablando de modificar un vehículo a combustión para que se impulse de forma eléctrica. La solución que encontraron fue adaptarle el impulsor de un Nissan Leaf, modelo a batería que desde hace unos años podemos ver en las calles de nuestro país.
La modificación no sólo hizo que el Citroën 2CV no tenga que pasar nunca más por una estación de servicio de las tradicionales, sino que también mejoró sus prestaciones.
Para colocar el paquete de baterías prácticamente se hizo un chasis nuevo, en el que el espacio hueco debajo de los asientos se aprovecha de manera óptima. El paquete de baterías es de 27 kWh, con el que se puede recorrer unos nada despreciables 190 kilómetros, distancia más que suficiente para muchas personas. Igualmente, si así se desea, la empresa ofrece equipar al vehículo con baterías de 32kWh, lo que aumenta la autonomía hasta los 220 kilómetros.
Claro que la inclusión de las baterías y del motor eléctrico le suman peso al 2CV, específicamente unos 180 Kg. Para compensarlo, los resortes traseros ahora son un poco más pesados, lo que tiene la ventaja de que el 2CV pasó a desplazarse de forma mucho más suave.
El motor eléctrico del Leaf (más precisamente de su primera generación) aporta al Citroën unos ¡110 CV!, cifra descomunal si la comparamos con los 18 CV originales. El gran torque característico de los autos eléctricos permite que el auto pueda manejarse siempre estando el tercer cambio, por lo que resulta innecesario cambiarlo. De esta forma, el 2CV puede acelerar de 0 a 130 Km/h con mucha elasticidad. Eso sí: para activar la reversa, se presiona un interruptor que invierte el sentido de giro del motor, por lo que teóricamente podrías ir a la misma velocidad máxima en reversa, pero nadie recomienda que lo hagas...
Con mayor potencia y torque, el 2CV se adueña de los caminos. El viento en contra ya no juega un papel tan importante, y superar camiones tampoco se vuelve un acto heroico lleno de paciencia. Lo mismo pasa en la ciudad: la reacción ante el verde del semáforo seguro dejará sorprendida a mucha gente, sin mencionar, claro, que todo esto lo hace en el más absoluto silencio.